Rafael Benítez, el entrenador que logró el tercer ascenso a Primera del Tenerife, tenía jugadores que, pese a su juventud, fueron intocables durante esa histórica campaña 2000/2001. A uno de ellos, José Luis Martí, lo nombró capitán días después de su llegada. Lo vio siempre como una extensión suya en el campo. Jugó 43 partidos por 42 de Curro Torres, otro de los fijos para el ahora preparador del Newcastle inglés.

Fue aquel año cuando empezó a fraguarse en la cabeza de ambos jugadores la posibilidad de dedicarse en un futuro a los banquillos. Por eso, Benítez es para ellos un referente. "Siempre se aprende de todos los entrenadores que tienes a lo largo de tu carrera deportiva. Todos tienen cosas que aportarte. Pero lógicamente, entre todos ellos, con Rafa Benítez es con el que más me identifico, ya que fue el que me sacó el mayor rendimiento", ha dicho Torres.

De hecho, no solo coincidió con él en la Isla, sino que se lo llevó al Valencia. Allí consiguió los mayores logros de su carrera deportiva. Jugó 165 partidos y ganó dos Ligas (01/02 y 03/04), una Copa de la UEFA (03/04) y una Supercopa de España (04/05, ya con Claudio Ranieri. Además, debutó con la selección española y estuvo en el Mundial 2002.

Martí también ganó títulos después de abandonar la Isla: dos Copas de la UEFA, una Copa del Rey, una Supercopa de España y una Supercopa de Europa, todas con el Sevilla FC. Como Curro, también ha elogiado a Benítez. De él aprendió uno de los puntos más destacados de su filosofía. "Se lo he repetido mucho a los jugadores. Yo aprendí esta metodología en mi estancia como jugador en el Tenerife, con Benítez de entrenador. Él nos inculcó esa manera de pensar del partido a partido, ahí fue donde lo aprendí y desde entonces la he llevado siempre adelante", ha comentado reiteradamente.

La influencia va más allá para tocar la intención de juego que ambos técnicos quieren imprimir a sus equipos. "Buscaremos competir los 95 minutos de cada partido, ser intensos, protagonistas y tener la posesión del balón", ha repetido Martí. No le va a la zaga Torres, que en su presentación como entrenador del Lorca CF apostó por ser un equipo "intenso, agresivo y protagonista en los partidos".

Jugadores con peso en cada club de su trayectoria y bien valorados por cada afición, tampoco faltan las alusiones a los hinchas en sus alocuciones. "Queremos que la afición de Lorca se sienta orgullosa de su equipo", expresó Torres como tarjeta de presentación. "El equipo son los jugadores y la afición", defiende el entrenador del Tenerife, que usa mucho la palabra "equilibrio" o pide a sus jugadores que "interpreten cada situación". Torres también hace alusión a estos extremos y, como su amigo, no tiene un once fijo porque "tenemos una plantilla amplia y competitiva, todos pueden jugar". El técnico blanquiazul piensa lo mismo: "Sale uno, entra otro y no se nota". Cuestión de filosofía.