Aarón Ñíguez vivirá mañana "un partido especial y emotivo" en el Carlos Tartiere, puesto que el Oviedo recibirá a su exequipo, el Tenerife donde vivió "una temporada muy feliz luchando por un objetivo ilusionante". Para él, fue un año "redondo, tanto a nivel colectivo como en lo personal" y solo faltó la guinda porque "nos quedamos a un gol de un objetivo tan bonito como el ascenso".

Luego, él emprendió otro rumbo para embarcarse en el proyecto del conjunto asturiano. Las diferencias económicas, según el club insular, resultaron un obstáculo. "La gente que me conoce sabe las ganas que tenía de seguir porque era muy feliz allí", explicó ayer en Radio El Día agregando que "todo el mundo" sabía "lo ilusionado y las ganas que tenía de continuar" pero que finalmente "no se dieron las circunstancias".

Para el futbolista ilicitano, "Tenerife siempre será muy especial" por todo lo que vivió en la Isla (el nacimiento de su hijo entre otras cosas) y, por eso, se siente ya "un aficionado más" de los blanquiazules. Eso sí, intentará colaborar en la victoria del Oviedo mañana, algo complicado por el nivel que observa en sus excompañeros. "Al Tenerife lo veo capacitado para luchar por los puestos de ascenso sin ninguna duda. Tiene una plantilla compensada y competitiva. No es que tenga un buen once inicial, es que tiene bastante más. La planificación ha sido muy buena", detalló.

En cuanto a sus primeros meses en Oviedo, reconoció que el objetivo es también el ascenso. "Salvando dos o tres equipos, todos luchamos por estar arriba", admitió antes de calificar la plantilla como "buena". También destacó la labor de Juan Antonio Anquela y se refirió a su situación. "Siempre digo que en cualquier posición de arriba me encuentro bien. Ahora estoy más acomodado a la media punta e intento aportar lo máximo posible al equipo", señaló Aarón que ya sabe lo que es marcar "un gol de falta en las primeras jornadas". Al respecto, recordó que "el año pasado lancé tres veces al palo" con el Tenerife.