El Iberostar Tenerife sumó su primera derrota de la temporada al caer frente al Valencia Básket (67-70) en el pabellón Insular Santiago Martín, en un partido en el que pudo pasar de todo, aunque la balanza se decantó para los valencianos, dirigidos por Txus Vidorreta, que aprovecharon esas pequeñas dudas que tuvo el equipo tinerfeño en los instantes finales.

Mucha tensión en la cancha y en las gradas en un choque de mucha igualdad, pero quedó claro que el Iberostar Tenerife sigue sin tener los galones necesarios para que los colegiados lo respeten como se debe. Los dos equipos jugaron duro, pero se le castigó más a uno que a otro y eso en un partido así de igualado se nota.

Pero el equipo de Nenad Markovic ofreció ayer una nueva imagen, no sé si porque estaba Txus Vidorreta en el banquillo rival o porque enfrente tenía al campeón de Liga, pero dio una muestra de garra, esfuerzo y mucha calidad, hasta el punto de tener el balón para poder igualar el choque, aunque al final no se consiguió.

El conjunto insular salió muy metido en el partido y dejando claro que iba a por la victoria. El ataque del Iberostar Tenerife empezaba desde el interior, donde Fran Vázquez y Abromaitis no fallaban.

Por los valencianos solo Erick Green mantenía a su equipo vivo. Era el único que anotaba.

Ninguno de los dos equipos conseguía controlar el partido, pero los laguneros tenían el control del rebote, importante frente al potencial del adversario. Y es que el no permitir segundos tiros a los rivales les hizo crecer y atacar con más velocidad (18-20, m. 10).

Fue en el segundo cuarto cuando el Iberostar avisó al Valencia. Un triple de Beirán puso el 26-24 y a partir de ahí el dominio fue local, hasta alcanzar una diferencia de siete puntos (37-30) a un minuto para el descanso.

En este segundo cuarto, el Iberostar Tenerife mantuvo a raya a un Valencia que no pudo contar con San Emeterio lesionado. Tobey mantuvo el dominio en la zona y Abromaitis y Ponitka estuvieron acertados en ataque. Quizás el Iberostar Tenerife se mereció irse con mayor ventaja al descanso (37-34).

Vidorreta se dio cuenta que su equipo necesitaba un cambio para poder llevarse el triunfo. Intensificó su defensa y en ataque jugó con mayor tranquilidad. Dubjevic, "ausente" en los dos primeros cuartos, apareció en el tercero, lo mismo que Pleiss, que fue una auténtica pesadilla para los locales.

Pese a todo, el partido seguía moviéndose con diferencias cortas y con un Iberostar Tenerife que no daba un paso atrás.

Todo estaba a la espera del último cuarto. Ante tanta igualdad, el equipo que cometiera más errores podía complicarse el triunfo. Y ese fue el Iberostar Tenerife. Tres fallos consecutivos del equipo insular fueron castigados con canastas por parte del Valencia, que logró romper la igualdad y situarse a cinco puntos a falta de cuatro minutos (58-63).

Y es que, de convertirse esas canastas, dos de Javi Beirán y una de Richotti tras un robo de balón, todo podía haber cambiado. Dubjevic fue el ejecutor de esa ventaja para su equipo.

Joan Sastre, importante en este tramo final del choque, aumentó la diferencia para su equipo a seis (60-66) y tres minutos por jugarse.

Llegaba el momento de la remontada. Abromaitis y Ponitka acercaron a su equipo a tres puntos (64-67); San Miguel falló un lanzamiento de tres puntos y el Valencia volvió a los cinco de ventaja (65-70).

Una canasta de Ponitka (67-70), dos tiros libres fallados por Van Rossom y tres por Guillem Vives, tras una dudosa falta de White, le dieron el último balón del partido al Iberostar Tenerife, pero no estuvo acertado en la decisión final para intentar igualar el encuentro.

Al final se perdió, pero en un partido bonito, intenso y con un Iberostar Tenerife que tiene mucho que decir, aunque esta claro que esta es una derrota que duele.