Manuel Martínez Lara fue uno de los héroes del ascenso a Primera División de la temporada 08/09. Llegó al Tenerife en el mercado invernal de la 06/07, pero fue año y medio después cuando asumió un rol verdaderamente destacado como central titular en un año inolvidable que culminó en Montilivi. Después del descenso en 2010, pasó por el Recreativo de Huelva y retornó a Tarragona.

Las lesiones se cruzaron entonces en su camino y le obligaron a decir adiós a la práctica activa del fútbol el pasado mes de junio. "Fue una cosa que decidí yo. Lo hice dejando el equipo en Segunda, algo que para una ciudad como Tarragona es meritorio", explicaba ayer antes de hacer repaso de su carrera. "Estoy muy contento por los éxitos deportivos y las lesiones me las tomo como una lección de vida. Mi trayectoria fue muy bonita. Salí de Bigastro, debuté en el equipo de mi tierra, el Hércules, en Tarragona subimos de Segunda B a Primera, en el Tenerife logré otro ascenso y luego el paso por el Decano y el regreso al Nástic", resume. De su etapa en la Isla se queda con "vivir el ambiente del Heliodoro".

Por eso, después de la etapa blanquiazul sabía que solo "sacar de las penurias al Nástic" podría ser una culminación a la altura. "Quise venir para ascender al equipo y me encontré con que el segundo año fue fantástico y nos quedamos a un gol de subir a Primera. El año pasado, en cambio, logramos una permanencia muy dura", recuerda Manolo emocionado por el día de su adiós. "Di la última charla. A cinco minutos de saltar al campo, me dieron el placer de dedicar esas últimas palabras y pedir a mis compañeros ese broche de oro a mi trayectoria, que era seguir en Segunda", cuenta.

Entonces llegó el momento de cambiar de rol. Manolo se dedica ahora a ser un "enlace" entre la plantilla y el club, pero también entre el club y la sociedad. "Es una figura que ya existe en otros equipos como Espanyol, Athletic y Real Sociedad", explica.

Ese puesto le impedirá estar en la Isla este sábado. "No iré porque me gusta llevar una misma línea de actuación y, en los viajes, me quedo para entrenar a los chicos que no entran en la convocatoria. Aunque el viaje sería especial para mí, me quedo", dice. Desde la distancia, eso sí, ha seguido al Tenerife. "Lo veo muy bien porque es difícil que un club que haga una buena temporada, apueste y haga una plantilla mejor que la que estuvo a punto de ascender", resalta para valorar el proyecto 17/18 del que fuera su equipo. "Los fichajes le han dado caché, además de mantener un bloque y al entrenador, que sabe a lo que juega y lo que quiere", agregó el de Bigastro. Por eso, cree que es "candidato" no sin advertir que "la Segunda es muy irregular y la regularidad la pueden lograr pocos. Pero tiene todo para lograrlo".

Para ello, valora "el ejemplo del año anterior", en el que "la interacción con la afición" hizo que las cosas "fluyeran". En esta tesitura, el encuentro de este sábado será "difícil" para el Nástic. "El Heliodoro es especial. Lo pude lamentar cuando fui de visitante y me ayudó cuando era local", dice para comparar esas dos situaciones. Jugará Maikel Mesa, que es "un tío extraordinario, un todoterreno y un jugador de gran futuro". Pero no Omar Perdomo, al que le ha pedido "paciencia" para demostrar sus cualidades.