"Niñas que están aprendiendo, que no tienen ni puta idea". Así se refirió un enfadado Toni Ayala, entrenador de la UD Granadilla Egatesa, el pasado domingo a la árbitra que dirigió el encuentro de su equipo con el Zaragoza, Olatz Rivera Olmedo. Las declaraciones, hechas en caliente a la conclusión del duelo con empate a uno, no han pasado desapercibidas y generaron desde su publicación una ola de críticas que provocó la reacción de la directiva del equipo tinerfeño.

En la mañana de ayer, un contundente comunicado anunciaba la apertura de un expediente disciplinario al preparador grancanario al tiempo que afeaba su conducta y le exigía que no se repitiera. "Reprobar, por antideportivas, las manifestaciones [...] contra el colectivo arbitral, fruto, creemos, de una frustración deportiva y que han podido ser utilizadas para otros fines que poco tienen que ver con nuestra filosofía como club de defender el fútbol y el deporte femenino en general", rezaba en su primer punto.

A continuación, apercibía a Ayala de que "en el caso que se repitieran manifestaciones en contra del colectivo arbitral" se tomarían "medidas contundentes que podrían acarrear la rescisión del contrato". Esta seria advertencia venía acompañada finalmente de una disculpa de la junta directiva del club, mostrando además "su total apoyo al colectivo arbitral, ya que consideramos que todas están realizando una gran labor y que el nivel de ellas, como el de las jugadoras, va a seguir creciendo y mejorando en el futuro".

La rápida reacción del Granadilla Egatesa puso el freno a una polémica que ya habían empezado a recoger los medios nacionales y que había suscitado las críticas de asociaciones y políticos en defensa de la igualdad al entender que el comportamiento de Ayala tenía tintes machistas.

El asunto tiene que ver con la decisión del Comité Técnico de Árbitros de que sean exclusivamente colegiadas las que impartan justicia en la Liga Iberdrola de Primera División. "Deberían pitar las mejores y completar el cupo con árbitros para asegurar un buen nivel", claman algunos clubes aduciendo que hay buenas árbitras y otras "a las que les falta mucha experiencia".