Hace 16 años debutó Víctor Añino "Vitolo" con la camiseta del CD Tenerife. Fue en Primera División, en una victoria lograda ante el Villarreal por dos a cero. Pepe Mel fue el entrenador que le dio la alternativa en el minuto 76 de aquel encuentro sustituyendo al bigoleador Marioni. No volvió a ponerse la camiseta del primer equipo hasta un año más tarde en Santiago de Compostela. Ya en Segunda y con Ewald Lienen en el banquillo, estrenó titularidad con un empate a uno en la jornada inaugural de la temporada 02/03, la del regreso del conjunto insular a la categoría de plata. La confianza del alemán en él quedó restringida a ese día. Reapareció, esta vez con David Amaral, en la última jornada de aquella campaña.

El técnico tinerfeño fue el verdadero artífice de su irrupción en el primer equipo ya con continuidad y galones. A sus órdenes, empezó como titular y se ganó la presencia en el Mundial sub''20 con una España a la que solo frenó Brasil en la gran final.

Siguió siendo clave con Martín Marrero, que dirigió la remontada para salvar la categoría en aquel curso (03/04). Jugó 31 encuentros y, al año siguiente, otros 35. Inició ahí su periplo por Santander, Vigo, Grecia (Aris, Paok y Panathinaikos) y una efímera etapa en Turquía. Regresó al Tenerife en 2014 y, desde entonces, ha sido titular en la práctica totalidad de los encuentros en los que ha estado disponible. Solo las tarjetas y alguna decisión técnica puntual le han sacado del once. Ayer, en Vallecas, alcanzó la cifra de los 200 encuentros con una soberbia actuación junto a su pareja habitual: Aitor Sanz.