El idilio de Lewis Hamilton con el circuito de Silverstone es tal que el piloto británico pudo rubricar, con absoluta tiranía, su cuarto triunfo consecutivo en el GP de Gran Bretaña de Fórmula Uno, en el que venció en 2014, 2015, 2016 y 2017 y, también, en 2008.

Cinco veces, contabilizando esta última, pisó Lewis Hamilton el primer cajón del podio en Silverstone, equiparándose así con los hasta ahora dominadores del Gran Premio británico: el francés Alain Prost y el también británico Jim Clark. Dos de los éxitos de este último se produjeron, sin embargo, en Aintree y en Brands Hatch.

El inglés, reconciliado ya con el público local tras ausentarse el pasado miércoles de la exhibición de los pilotos en Londres, acumula un botín de 176 puntos tras salir vencedor igualmente de los Grandes Premios de China, España y Canadá.

Alcanzado el ecuador de la temporada, con la resolución de la décima prueba del campeonato, el plan del británico pasa ahora por lograr su cuarto entorchado mundialista. Así lo confesó durante la ceremonia de entrega de trofeos.

Apenas un punto le separa del líder, el alemán Sebastian Vettel. El piloto de Ferrari se presentó en Silverstone con un margen de 20 puntos, pero Hamilton lo minimizó en una carrera aciaga para el germano. Un error de cálculo en la vida de los neumáticos por parte de los responsables de la escudería italiana frustró su Gran Premio. El alemán rodaba en tercera posición cuando, encarando ya la última vuelta, cuando sufrió un pinchazo.

Por el mismo trance había pasado poco antes su compañero, el finlandés Kimi Raikkonen, aunque él sí tuvo margen para pasar por el garaje, cambiar las gomas y progresar hasta el tercer puesto.

Segundo figuraba ya, contra pronóstico, el también finlandés Valtteri Bottas. Campeón del pasado Gran Premio, en Austria, el piloto de Nastola -tercero en el Mundial con 154 puntos- rubricó el doblete de Mercedes tras remontar desde la novena plaza. Hasta ahí se había visto relegado dada una penalización de cinco puestos por sustituir la caja de cambios de su monoplaza.

Copado el podio por los Mercedes de Lewis Hamilton y Valtteri Bottas y por el Ferrari de Kimi Raikkonen, la cuarta y quinta posiciones fueron para los Red Bull del holandés Max Verstappen y del australiano Daniel Ricciardo, decimonoveno en la parrilla de salida. El piloto de Perth sí pudo completar la remontada deseada por el español Fernando Alonso, protagonista de otro abandono.

Otro problema de fiabilidad de su McLaren Honda, esta vez "con la bomba de gasolina", derivó en "pérdida de potencia". Tampoco Carlos Sainz pudo cruzar la bandera a cuadros. Se marchó mucho antes ya que el ruso Daniiel Kvyat, su compañero en Toro Rosso, lo embistió en el inicio.