Seis bajas, cuatro renovaciones pretendidas que están "muy difíciles", un jugador con contrato que se quiere ir, otro que será "degradado" al filial de Tercera División por no renovar y ningún fichaje anunciado. Dicho así, el resultado de la rueda de prensa que ofreció Alfonso Serrano en la mañana de ayer parece más un parte de guerra que la situación contractual de la plantilla blanquiazul de cara al ejercicio venidero.

El Tenerife se queda sin Aarón Ñíguez y casi se da por perdidos a Amath N''Diaye, Gaku Shibasaki y Antony Lozano. El armazón ofensivo de la temporada 16/17 desaparece. A esto hay que añadir la decisión de no dar continuidad a la cesión de Haythem Jouini y la intención de ampliar el contrato y ceder a Omar Perdomo. Por último, castiga a Cristo González bajándole al filial. Con todo, a dos días para el cierre oficial de la temporada solo cuenta con un jugador de perfil ofensivo para la siguiente: Suso Santana.

Si ninguna de las negociaciones en curso y calificadas ayer como complicadas llega a buen puerto, serán necesarias entre cinco y siete incorporaciones de vanguardia (una de ellas sería Juan Villar).

Además, Germán se quiere ir al Granada. Perdería también a un central con el cartel de titular durante el curso, lo que le obligaría a reforzar una demarcación que consideraba cubierta si acepta la salida del gaditano.

También se marchan Edu Oriol y Rachid, que finalizaban contrato y cesión, lo que supone añadir un lateral derecho y un mediocentro a la lista de la compra. En principio, la salida de Ismael Falcón no conllevaría necesidades en la portería si regresa Carlos Abad-Hernández.

El único avance notable se refiere a la posible continuidad de Tyronne. Concepción ya mostrado a Ramírez el interés del Tenerife en seguir contando con el futbolista grancanario, aunque hay que definir la forma de hacerlo.