El factor Cristo González puede entrar en juego para la segunda eliminatoria del "playoff" por el ascenso a Primera División. El delantero tinerfeño, que no ha estado entre los 18 convocados de los dos encuentros contra el Cádiz CF, espera su oportunidad para estrenarse en la promoción y se guarda un as en la manga para convencer a José Luis Martí: se le dan bien los equipos de Pepe Bordalás.

La pasada temporada ya lo demostró con dos asistencias claves en los encuentros contra el Deportivo Alavés. En el Heliodoro Rodríguez López abrió el camino del triunfo en el estreno de su actual entrenador en el banquillo blanquiazul. Puso en bandeja el primer tanto a Pedro Martín con un pase que rompió la línea defensiva vitoriana.

En la segunda vuelta repitió, pero con el partido prácticamente perdido. El equipo vasco, destacado en la carrera hacia Primera junto al Leganés, vio como se adelantaba el Tenerife en Mendizorroza gracias a un tempranero gol de Nano. A base de presión y esfuerzo, el "glorioso" dio la vuelta al marcador. Cuando ya cantaba victoria y vivía replegado cerca de su área defendiendo el 2-1, emergió la figura de Cristo. Sin espacios, encontró el hueco justo para filtrar un balón en el que Nano se jugó la pierna para consumar el empate.

En una temporada intermitente en cuanto a sus apariciones, el de Añaza ocupó un papel protagonista en Getafe. No partió en el once inicial, pero entró en la segunda mitad a tiempo de recordarle a Pepe Bordalás lo bien que se le dan sus equipos. Faurlín había adelantado a los azulones en el minuto 85 después de un partido muy bronco, en el que Areces Franco permitió más de la cuenta al bando local. Martí ordenó a Cristo González entrar al terreno de juego como reacción al 2-1. No quedaba mucho tiempo. Pero la oportunidad no fue desdeñada por el canterano que, sin tiempo para más, empató a la salida de un saque de esquina. La celebración fue espontánea: Cristo se quitó la camiseta y esperó el abrazo de sus compañeros. Vitolo, uno de sus principales apoyos en la plantilla, fue el primero en llegar hasta él. La tarjeta amarilla se dio por buena por la trascendencia de la conquista tinerfeña.

Fue el último fogonazo del canterano con una verdadera repercusión. Desde entonces, sus apariciones se distanciaron más en el tiempo. A la semana siguiente jugó poco menos de media hora en la derrota ante el Reus (0-1) y acumuló nueve jornadas sin minutos. Reapareció ante el Levante para aportar más bien poco en los 12 minutos que estuvo sobre el campo. Eso sí, pudo ejecutar uno de los disparos más peligrosos del choque. Y en Zaragoza, justo antes del "playoff", sí participó durante los 90 minutos. En ellos, dio algunos pases filtrados que a punto estuvieron de acabar en gol si no es por la falta de puntería de sus compañeros.

Una semana después, Cristo espera su oportunidad. Puede que, ante Bordalás, sea el mejor momento para que disponga de ella. Al técnico del Getafe no le haría mucha gracia.

Las apariciones de la temporada pasada, decisivas

Cristo González solo fue titular en nueve ocasiones durante la temporada 15/16, pero protagonizó apariciones importantes como las mencionadas ante el Deportivo Alavés en los dos enfrentamientos. Marcó un solo tanto (contra el Mallorca), que permitió a su equipo remontar. Desde agosto, ha encontrado algo más de participación. Han sido 13 partidos como titular, tres goles y cuatro asistencias. Todo ello, en medio de la tormenta generada por la tardanza en su renovación, que sigue aún pendiente.