El Valencia Basket frenó de golpe el ascenso del Iberostar Tenerife, un triunfo que podría dar a los tinerfeños un colchón importante en el primer puesto, pero que no pudo conseguir ante un conjunto taronja que hizo su partido, aprovechó los pequeños errores que los tinerfeños tuvieron en defensa y que se acerca al liderato de la Liga ACB, que sigue siendo del conjunto de Txus Vidorreta.

Tristeza por la derrota, pero satisfacción por haber hecho un buen trabajo ante un gran equipo. Un partido que pudo tener en sus manos, pero le faltó puntería, por un lado, y mejor criterio arbitral, por otro, más en estos partidos donde un error de ellos puede decidir el choque.

El choque de ayer tuvo dos partes bien diferenciadas. Dos primeros cuartos con dos conjuntos muy duros en defensa, pero con respeto en ataque. Además de no encontrar posiciones claras de tiro, no arriesgaban en la parcela ofensiva, como si tuvieran miedo a que el rival se fuera del choque.

En el tercer cuarto cambiaron los dos. Se buscó un ataque más vertical, más fluido y sin miedo.

Fue un partido intenso, duro y con dos equipos que darán mucho que hablar en lo que queda de competición. El Iberostar Tenerife tuvo ese inicio esperanzador. Controlaba bien el juego ofensivo del Valencia y en ataque encontraba a Bogris para anotar.

Un 14-6 fue la primera ventaja importante, un marcador excesivamente bajo para los dos equipos que en este primer cuarto se dedicaron a estudiar al rival.

No cambió la dinámica en el segundo. Eso sí, el Valencia Basket empezó a hacer daño en el juego interior con Dubjevic.

Esa pequeña diferencia con la que concluyó el primer cuarto se fue reduciendo en el segundo. Un parcial de 2-9 igualó el partido de nuevo (18-18, min. 18) y el choque llegó al descanso con una ventaja de cuatro puntos para el Valencia (20-24).

Estaba claro que el partido tenía que cambiar en la segunda mitad. Ese 20-24 del descanso es un marcador de solo un cuarto.

Y cambió. El Iberostar Tenerife salió al ataque y eso contagió a su rival. Dubljevic anotaba de tres puntos y San Miguel respondía de igual manera. En solo cinco minutos los dos equipos habían anotado casi tantos puntos como en los dos primeros cuartos, eso sí, el equipo valenciano empezaba a tomar ventaja (25-32).

Este marcador parecía haber despertado a los tinerfeños que buscaban ataques más directos hacia canasta obligando a cerrar la defensa visitante. El Iberostar Tenerife acortó la diferencia valencianista (34-35) y de nuevo a empezar, aunque antes de terminarse el tercer periodo lograría ponerse otra vez por delante (43-42), segundos antes de que San Emeterio anotara un triple desde su campo y dejara el marcador al término del tercer cuarto con un apasionante 43-45.

Último cuarto muy táctico y para entrenadores de mucho nivel. Las diferencias en los últimos diez minutos eran mínimas y fueron esos pequeños detalles los que podrían dar la victoria a uno o a otro conjunto. Un triple de Rafa Martínez y dos canastas con adicional anotados por San Emeterio eclipsaron el buen trabajo que realizó el Iberostar Tenerife en esta recta final del encuentro.