El CD Tenerife está en puestos de "play off", el Iberostar Tenerife es líder de la Liga Endesa, el Fígaro Peluqueros Haris acaba de proclamarse campeón de la Copa de la Reina de voleibol, el CN Echeyde está a un paso del ascenso a División de Honor de waterpolo... Y así con muchos equipos. Algo ha cambiado para bien en el deporte tinerfeño, al que vuelven los éxitos en forma de ascensos y hasta de títulos.

Por eso, EL DÍA quiso conocer la opinión de cuatro dirigentes de equipos pujantes en sus disciplinas. A la cita acudieron Félix Hernández, presidente del Iberostar Tenerife; Víctor Pérez Borrego, director general del CD Tenerife; Iván Machuca, promotor y directivo del Fígaro; y Sergio Aguilar, presidente del Iberia Toscal, que acaba de certificar su continuidad en la Segunda de fútbol sala. La pregunta inicial era directa: ¿Ha salido el deporte de la crisis?

Hernández acepta que hubo crisis porque "el deporte es el reflejo de la sociedad y, evidentemente, sufre" esas coyunturas. Pero también que "los objetivos mínimos no dejaron de cumplirse, aunque fuera con menos dinero". Incluso, adelanta una de las claves: "Aquí se ha trabajado muy bien dentro de la austeridad". Como el representativo tinerfeño en la ACB, el CV Haris ha sabido avanzar en las procelosas aguas de la afectada economía española. "Nosotros llegamos en época de crisis, con mentalidad de crisis, gestión de crisis, gastos ajustados a las posibilidades que permitía la crisis. Puede que eso haya sido una ventaja", empieza diciendo Machuca que también deja un pildorazo como anticipo: "Hay ayudas que han regresado poco a poco, aunque no hemos vuelto a las de 2007".

A este tren se sumó en último lugar el Iberia Toscal. "Hemos sido los últimos, apenas tenemos dos años. Nosotros nos hemos tenido que reinventar. El fútbol sala no estaba bien visto y hemos tenido que demostrar que no tenemos nada que ver con el pasado", asume Aguilar sobre la pesada herencia del Uruguay FS.

En el caso del Tenerife, la herencia fueron sus propios despropósitos con dos descensos consecutivos en el peor contexto económico posible. "Hay un paralelismo entre la situación económica y la actividad deportiva, que resulta especialmente significativa en el apartado de competición", destaca Pérez Borrego con un pasado en la administración que le permite hablar de las dos vertientes. "No puedo evitar recurrir a mi etapa en el Cabildo para recordar que las ayudas eran importantes y hasta se recibió el Premio Nacional de Deporte. Hubo una eclosión y se llenó la Isla de instalaciones que permitieron un salto cualitativo. Pero luego, con la crisis, se vio esa dependencia", agregó para proponer, también a modo de adelanto, "un estímulo para primar las aportaciones privadas al deporte, sobre todo al minoritario".

A la hora de encontrar los motivos del cambio, el directivo del Haris pone por delante de cualquier otra variable "la credibilidad". En su opinión, "cobrar en tiempo y forma es la prioridad para los jugadores". Los clubes deben "luchar al máximo para que nuestro nombre no se manche por un retraso o un impago". Aún así, advierte de que "gestionar deporte hoy en día sigue siendo muy complicado porque, entre otras razones, a las empresas sigue sin resultarle interesante el tema de los patrocinios y los clubes pequeños hacemos un presupuesto en mayo o junio que es casi un acto de fe puesto que, a esas alturas, no se conoce la cantidad de dinero que vamos a recibir ni en qué momento".

Le da la razón el presidente del Iberostar Tenerife, que admite la diferencia "entre las dos SAD (Tenerife y Canarias), que funcionamos de otra manera, y el resto. Nosotros tenemos contratos de patrocinio con el Cabildo y el Gobierno de Canarias. Sabemos a lo que atenernos". Ahonda en este sentido al reconocer también que tienen "más posibilidades". Donde sí observa coincidencia es en "el cumplimiento", en nunca hacer "un presupuesto de gastos sin saber lo que vas a recibir". Esto resulta clave para mejorar plantillas cada temporada. "Esa estabilidad que se le da al profesional ayuda a que te elijan", concluye.

En este punto, introduce el director general del Tenerife el ejemplo del fútbol. "La situación anterior era insostenible. El Real Decreto Ley de centralización y comercialización de los derechos de televisión ha supuesto un incremento de los ingresos para todos y ha dado estabilidad al sistema. Prácticamente la mitad del presupuesto procede de ahí y entra religiosamente como está previsto en los contratos", señala antes de referirse al "marco estricto en el control del gasto, en el que se fija un techo de gasto en plantilla, hay controles trimestrales...".

Está empezando a copiarse el modelo. Por ejemplo, en el fútbol sala "la Liga Nacional (LNFS) está poniendo controles económicos para acreditar ingresos y evitar que se cierren equipos a mitad de temporada. Ya hay dos televisiones dando partidos y quieren que eso vaya creciendo". Lo cuenta el presidente del Iberia Toscal, aunque sabe que están lejos del idílico rumbo que ha tomado el hermano mayor de su disciplina deportiva.

Para que el éxito no sea flor de un día, también hay claves. Machuca cita como espejo al Canarias. "El crecimiento debe ser lento pero sostenido. Cada vez más socios, más cantera, más infraestructura...", dice. Le da la razón Félix Hernández al recordar que "no siempre hemos tenido grandes resultados". En su análisis refleja que "hay que llegar en el momento oportuno, no querer correr demasiado". Y pone énfasis en algo que echa en falta. "Las mismas instituciones deberían fijar mecanismos de control para ayudar a que se garantice la continuidad de los clubes. Debemos ser más profesionales. Antes había mucho compadreo y se tiraba hacia adelante con todo", explica. Se anima a argumentarlo Pérez Borrego: "Es que antes los gastos se financiaban con deuda. No era un sistema equilibrado. Las entidades financieras daban préstamos por garantías virtuales. Eso hoy es impensable. Ha habido casos de equipos que han desaparecido o casi".

Aguilar corrobora esa sensación de que "antes vivíamos en una burbuja y ahora se ha hecho todo más real". Aún así, sigue habiendo niveles. "Hay un jugador que cobraba 70.000 dólares con nosotros y 350.000 en su actual equipo ofreciendo las mismas prestaciones", desvela el máximo responsable del Iberostar Tenerife que valora la capacidad de su club para competir "con 1,6 millones de euros de plantilla, donde otros tienen 25. Pero esa gran diferencia no existe en la cancha".

El camino, en este sentido, es "ir incrementando ingresos por patrocinios, los de la Liga o la publicidad". En el caso del fútbol, Pérez Borrego cree que para el Tenerife "la política de fichajes y la cantera son los dos factores clave para diferenciarte de los demás", algo que cambiaría en Primera donde adquiriría un peso mayor el primero de ellos. "Los equipos de Segunda, salvo el plus por descenso debido al excesivo escalón entre las dos categorías, tienen márgenes más reducidos de crecimiento", señala dejando abierta la puerta a "generar ingresos complementarios o alternativos a los existentes a través de una oferta atractiva en proyectos de merchandising y nuevas iniciativas, como una estrategia digital apropiada, ya que ahora los canales de llegada son distintos".

Tener éxito en este plan de crecimiento puede permitir a las dos SAD del deporte tinerfeño luchar contra otros enemigos. Alerta de ellos el director general blanquiazul quejándose de que "un equipo importante se lleve a jóvenes valores de la cantera aprovechándose del trabajo de los más modestos" e incluso de la pujanza de ligas "como la inglesa o la china, que ya se llevan jugadores muy importantes. Si no les pagas más, se te van a marchar", sentencia. Le apoya en esto Hernández, que se refiere a "dos mercados brutales". Por un lado, China. "Se pueden ir a cobrar tres veces más que aquí". Por el otro, Estados Unidos. "El nuevo convenio permite aumentar las fichas en cada equipo y se irán jugadores de Europa. Marius Grigonis, por ejemplo, es candidato a irse a la NBA y cobraría el triple, aunque luego juegue en la segunda liga".

Los clubes deportivos viven sus expectativas futuras de otra manera. "Tenemos que seguir profesionalizando la estructura del club. Sabemos que cada año hay que crecer pero debemos tener claro lo que somos y aislarnos de los resultados deportivos para que no nos esclavicen a la hora de tomar las decisiones. Se trata de hacer una gestión más empresarial, con cabeza y no tanto con el corazón", indica Machuca.

El caso del Iberia Toscal es aún más especial. "Nuestro margen es brutal, pero necesitamos cautela y tiempo. Estamos trabajando la cantera y tratando de repescar a jugadores tinerfeños que están fuera. Pero el mercado de Italia nos genera un problema", concreta antes de destacar el trabajo en equipo. "Somos diez personas trabajando. Entendemos que el crecimiento es importante, pero el ascenso no puede ser el objetivo. Hay que ir poco a poco. Cada temporada es un mundo diferente y no tenemos nada garantizado", asume Sergio Aguilar.

Los dos clubes se unen en la propuesta de "ir a modelo de patrocinio, más que a las subvenciones" dejando claras "las cantidades y fechas de cobro". No se trataría de "pagar más ni controlar menos, sino dar certeza a los equipos", según explica el directivo del Fígaro Peluqueros Haris. Sería una fórmula para mejorar en el futuro. "Nadie me puede asegurar que el Fígaro gane la Copa otra vez. Incluso invirtiendo más dinero y trayendo mejores jugadoras. Pero la continuidad y sostenibilidad del proyecto trae el éxito", insiste Machuca argumentando que "ha coincidido la presencia de gente competente al frente de los clubes, una hornada de gente seria y responsable".

También cita en su alocución la capacidad de liderazgo de entrenadores como Txus Vidorreta, David Martín o José Luis Martí, de los que destaca también Pérez Borrego "su capacidad de comunicación y llegada, algo que tienen unas personas y otras no". Y los que no la tienen "transmiten negatividad", algo que "acaba afectando" como ejemplifica Félix Hernández en Luis Enrique por sus formas en las ruedas de prensa y entrevistas.

En su última intervención, invitamos a los dirigentes a vaticinar qué sucederá en los próximos años. "Hay muchos deportes en crecimiento y que esperan estar también en la élite", adelanta Aguilar. "Afortunadamente hay proyectos. La Isla tiene unos 800.000 habitantes y tenemos muchos equipos en la élite en comparación con otras provincias de nuestro tamaño. Creo que hay para muchos años y que incluso iremos mejorando porque hay clubes con opciones de subir a corto o medio plazo", sostiene Félix Hernández en un pensamiento que comparte Iván Machuca que vuelve a pensar en positivo: "¿Por qué no?". Para Víctor Pérez Borrego, "el éxito deportivo es sinónimo de sociedad pujante y saludable", por lo que se muestra optimista de cara al futuro. En su caso particular, el del Tenerife, prefiere ser cauto porque "casi todo es a corto plazo". No obstante, sí considera objetivo que "transcurridos dos tercios de la temporada, el equipo está donde está y no es casualidad. Pero lo más importante es que hay dos factores claves: confianza en nuestra capacidad y unidad".