Un mal golpe con Alex Bergantiños y una mala caída sobre el césped de Riazor llevaron la angustia al fútbol español, pendiente de la salud de Fernando Torres en uno de los encuentros que echó el cierre a la vigésima quinta jornada de LaLiga Santander, que subrayó la insistencia del Sevilla como aspirante al título.

A siete minutos para el final del encuentro en La Coruña entre el Deportivo y el Atlético de Madrid, Fernando Torres cayó desplomado. Pujó por un balón aéreo y chocó con Bergantiños. Quedó inconsciente. De manera inmediata las asistencias médicas y la Cruz Roja le atendieron en el terreno de juego. Después, fue trasladado a un hospital.

Torres recuperó la consciencia antes de llegar al centro sanitario donde un primer diagnóstico informó de un traumatismo craneoencefálico.

El incidente dejó en un segundo plano los coletazos de una jornada que confirmó la condición de aspirante al título del Sevilla, que salió airoso de la visita del Athletic al estadio Sánchez Pizjuán, y el empate, en el debut de Pepe Mel en el banquillo gallego, del Deportivo y el Atlético Madrid, que compromete, incluso, el cuarto puesto del cuadro rojiblanco.

Dos puntos se dejó en Riazor el conjunto de Diego Pablo Simeone, con un solo punto de ventaja respecto a la Real Sociedad y tres respecto al Villarreal en la carrera por la cuarta plaza a la que parece limitada la pelea del Atlético.

El punto, sin embargo, alentó al Deportivo, que lastraba cuatro derrotas seguidas y que confía en la nueva era abierta por Mel para escapar de la amenaza del descenso.

El cuadro gallego dominó gran parte del partido con un regalo de su rival que aprovechó Andone. Pero el Atlético se repuso tras el descanso e igualó el marcador con un disparo lejano de Griezmann que superó a Lux.

Un punto mantiene al Deportivo fuera de la terna de descenso aún con un partido pendiente por jugar, ante el Betis.

La victoria del Sevilla ante el Athletic puso el colofón a la sesión. El cuadro de Jorge Sampaoli acabó el día aferrado a la condición de aspirante a pesar de la exigencia del cuadro vasco, que volvió a perder fuera de San Mamés y que se distancia de la zona europea.

La cuarta victoria seguida pone al Sevilla en el escaparate. Fue de nuevo Vicente Iborra, que lleva siete tantos en la Liga, el que dio el triunfo a su equipo al aprovechar un rechace del meta Gorka Iraizoz al penalti lanzado por el croata Stevan Jovetic.

Consolidado el tercer puesto, el Sevilla está a un solo punto del Real Madrid, que tiene un partido menos, y a dos del liderato que ahora ostenta el Barcelona.