A sus 26 años, el palmero Samuel García está atravesando por un gran impulso en su carrera. El atleta del Playas de Castellón, que continúa preparándose en CAR de Sant Cugat (Barcelona), logró el domingo su mejor marca personal en pista cubierta, con 46.35. La medalla de plata cosechada en el Campeonato de España ratificó su billete para los Europeos de pista cubierta, del 3 al 5 de marzo en Serbia.

Pudo confirmar su presencia en Belgrado con récord incluido.

Estoy muy contento. Mejorar marca siempre está bien, y si encima va acompañada de otros resultados, genial. Había conseguido la mínima unas semanas antes, pero España solo disponía de tres plazas para el Europeo y había rivales que podían batirme.

¿Qué objetivo tiene en Belgrado?

Intentaré estar en la final, aunque la pista cubierta es un poco imprevisible. Hace un par de semanas competí, me dieron un pequeño golpe y me dejaron un poco fuera de carrera. En la primera vuelta vas por tu calle, pero en la segunda hay calle libre. Vamos a una velocidad bastante alta y hay mucho contacto.

El comienzo de esta campaña ha podido paliar el mal regusto en el final de la pasada, donde se quedó fuera de los Juegos.

Exacto. El año pasado iba muy bien, pero de repente te das cuenta de que estás a 11 de julio, el primer día donde ya no podía hacer la marca mínima. Faltó culminar la buena temporada. Parece que me he recuperado bien. Me siento reconfortado.

Los últimos meses han sido importantes para volver a sentir de nuevo sensaciones positivas.

En las vacaciones me tuve que replantear todo. Hablé con mi entrenador porque quizás había cosas que las habíamos dejado de lado. Sobre todo necesitaba nuevas motivaciones. Después de unos Juegos Olímpicos en lo que no has estado, te lo cuestionas todo. A mediados de septiembre empezamos a trabajar muy duro. Cambiamos muchas cosas y la verdad que está dando sus frutos. Hasta hace un mes y medio estaba acumulando bastante trabajo. Luego empezamos a quitar volumen y a implementar la intensidad. Las marcas han ido bajando.

Uno de esos cambios de los que habla fue el equipo. ¿Por qué dejó el Tenerife CajaCanarias?

Lo necesitaba. El porqué ellos lo saben y yo también. Tampoco quiero remover eso. Fue duro porque el Tenerife para mí lo es todo. Allí dejé a mis amigos. Fue complicado cambiar y aún lo sigue siendo. Ahora pertenezco al Playas de Castellón, que es un gran club. Todo es diferente. Es el campeón de España hace muchos años, compite en Europa... Hay la necesidad de sumar los máximos puntos en las competiciones.

¿Nota la presión?

Quizás un pelín. A nivel de club, no estoy acostumbrado a esto. Cuando visto la española, sí. Es un estímulo nuevo. El Playas siempre apunta a la primera posición en todas las citas. Está bien porque te saca de tu zona de confort.

¿Puede ahondar en esas modificaciones que ha llevado a cabo?

Son detalles técnicos de lo que son la preparación, a nivel de serie y método. También de recuperación. Ahora hago un poquito menos de recuperación que otros años, con una intensidad bastante alta. Quizás llevábamos muchos años haciendo lo mismo. Al final, son trabajos parecidos, pero necesitaba estímulos nuevos. Este es mi séptimo año en el CAR, con el mismo entrenador, y siempre está bien ir cambiando aspectos.

¿Cómo está de fuerza mental?

Hace dos años tuve problemas en ese aspecto, aunque el año pasado parece que los superé. Es cierto que en el momento de la verdad no estuve a la altura porque entrenando lo hice muy bien. Antes de Río tenía presión porque iban pasando los días y no llegaba la mínima que quizás merecía por la preparación que hacía. Las barreras mentales forman parte del juego. Son cosas que trabajo con mi psicólogo y estoy bastante contento de cómo lo llevo actualmente. Estoy siendo bastante competitivo.

La pista cubierta le está dando alegrías, aunque su objetivo es el Mundial al aire libre de Londres.

Efectivamente. La pista cubierta son dos meses. Todo el trabajo está enfocado al aire libre y a ese Mundial. Es una cita importante en la que debería estar sí o sí.

¿Cuál es la mínima para estar?

Pues justamente mi marca, 45.50. Tengo que superarme a mí mismo. Por ahora va la cosa bien porque en la temporada invernal me estoy superando. ¿Por qué, no?