El Tenerife de la primera parte es el producto de su gran racha de resultados. O sea, los efectos de lo que se ha dado en llamar dinámica. En su estilo, tan válido como cualquier otro, sin florituras, el equipo de Martí firmó 45 minutos intachables. Defender como defiende este equipo también es un espectáculo. Lo hace en todas las zonas del campo, a partir de una actitud que emocionaría a cualquier entrenador del mundo, gana todas las disputas, llega antes a a cada balón, hace el esfuerzo necesario para tener siempre seis jugadores por detrás de la línea de la pelota, no se desequilibra nunca en su balance cuando no puede acabar un ataque y, como premio, se va al vestuario sin permitirle al rival un solo disparo, ni por dentro ni por fuera. Impresionante y contagioso, porque en las demostraciones de poderío de Camille, de Cámara, de Vitolo o de Carlos Ruiz, ven respetado su sentimiento. La gente disfruta con tamaña demostración.

Ayer, además, el equipo estuvo afilado con la pelota, tocó rápido y con sentido -por esa razón el Almería hizo tantas faltas llegando tarde-, y supo explotar la lectura táctica del partido, que estaba en los costados de la defensa andaluza. El Almería -empieza a ser costumbre en el Estadio-, puso a tres centrales para defender a los dos puntas locales, librando uno de los tres para frenar la velocidad de Amath. Soriano avanzó a los laterales (3-3-3-1) y el Tenerife buscó las bandas que descubrían en sus subidas Motta y Nano. La movilidad de Aarón, cayendo a la derecha y de Amath y Omar, bajando un poco a enganchar por dentro, permitió a Cámara y Camille ensanchar el campo muy arriba ambos. En una de las primeras subidas del lateral derecho, Omar vino a la media punta y le dejó la diagonal abierta a Cámara para que entrara al espacio libre. El grancanario le puso un pase de calidad, por su precisión, y Raúl marcó a un toque. 1-0.

El Almería, que salió a jugar pero no pudo ajustar el partido ni sin la pelota ni con ella, trató de irse arriba para empatar, pero chocó con un muro. Ni siquiera pudo disparar.

En el descanso, Soriano deshizo su invento (tal como hizo Toril hace dos semanas aquí), dejó una defensa de 4 y pasó a 4-2-3-1, con Fidel fresco para atacar más decididamente contra la zaga local. El partido se fue abriendo, porque el Tenerife aceptó un ida y vuelta del que pudo salir malparado. Por ejemplo, en el 11'', una combinación Fidel-Nano la remató Quique a bocajarro y Dani evitó el empate. En ese ir y venir, carreras largas hacia una y otra portería, al Tenerife le costaba más replegar, porque había jugadores que parecían cansados, como Carlos Ruiz. El partido pedía cambios para equilibrar al equipo, pero el primero que entró fue Suso por Omar, tal vez porque Martí quería fortalecer la banda por la que campaba Fidel. En el 14'', Pozo pudo marcar, pero Dani detuvo su remate y un minuto después, Aarón entró en la ruleta de carreras y terminó una contra con un disparo centrado que rechazó Casto.

Cuando de verdad se paró ese ida y vuelta fue cuando Martí metió en el campo a Aitor, por Lozano. La gente protestó por la salida del hondureño, que poco antes había perdonado la sentencia con un cabezazo, solo en el área, que le salió muy centrado y despejó Casto. Martí mantuvo a Vitolo y Carlos por delante de la línea de 4, pero ya sin hacer esfuerzos hacia campo contrario, y puso a Sanz de media punta. El madrileño ancló al equipo, le dio pausa y pase, fue leyendo cada acción con cabeza de entrenador -incluso pudo marcar-, y el bloque defensivo local respiró aliviado.

En el tramo fínal, hubo más miedo por la incertidumbre del marcador, que verdaderas razones para temer. Soriano metió a Juanjo Expósito buscando el juego directo y su equipo dispuso de varias faltas y córners que le añadieron emoción al guión de otra victoria merecida y construida desde la actitud.

1-0

tenerife almería

CD Tenerife: Dani Hernández, Raúl Cámara, Jorge, Germán, Camille; Vitolo, Carlos Ruiz; Omar, Aarón Ñíguez; Amath y Choco Lozano. En el minuto 58, Suso entró por Omar; en el 70'', Aitor por Lozano; y en el 78, Tayron por Aarón Ñïguez.

Almería: Casto (1); Motta (0), Joaquín (1), Morcillo (1), Sereno (0), Nano (1); Borja Fernández (1), Corona (1); Pozo (1), Antonio Puertas (1); y Quique González (1). En el descanso se quedó en el vestuario Sereno y entró en su lugar Fidel (2); en el 74'', Javi Alamo (s.c.) entró por Motta; y en el 85'', Juanjo Expósito por Morcillo.

Árbitro: Jorge Valdés Aller (Comité Castellano-Leonés) (1). No estuvo mal en las jugadas de apreciación, pero sí en el control del partido desde el punto de vista disciplinario. Fue paternalista y permisivo con varios jugadores del Almería que se reiteraron en las faltas llegando a destiempo. No quiso cortar ese juego duro con tarjetas. Sin embargo, al que perdonó la roja fue al local Suso (80'') por una entrada violenta a Morcillo. Amonestó a los locales Germán (68''), Suso (80'') y Raúl Cámara (84''), y Antonio Puertas (15''), Morcillo 25''), Sereno (36'') y Corona (74'').

Gol: 1-0, m. 9: Pase en profundidad de Omar sobre la diagonal de Raúl Cámara, que bate a Casto por bajo en su salida, aunque el meta llegó a tocar el balón.

Incidencias: Partido de la vigésimo sexta jornada del Campeonato Nacional de Segunda División,Liga 1 2 3, disputado en el estadio Heliodoro Rodríguez López ante 12.134 espectadores. Tarde algo fría y terreno de juego en aparentes buenas condiciones. El Tenerife lució su indumentaria oficial y el Almería vistió camiseta rojiblanca a rayas verticales y pantalón y medias completamente rojas.