La victoria del pasado domingo ante el UCAM Murcia permitirá al CD Tenerife afrontar con mayor tranquilidad la semana. Tanto que, salvo cambio de última hora, anunciará en el trancurso de la misma otra renovación: la de Víctor Añino, "Vitolo". Será hasta el 30 de junio de 2018 y con unas condiciones similares a las actuales. Ya lo dijo el mediocentro hace semanas: "No habrá problemas en continuar porque quiero estar aquí", expresó como pista sobre el buen desarrollo de unas conversaciones que ni siquiera necesitaron de una gran discusión.

Su continuidad se unirá a las de Suso, ya hecha pública, y Aitor Sanz (este último en virtud de una cláusula que ya ha cumplido), ambas por una campaña. A velocidad algo más reducida marchan las negociaciones para las ampliaciones de los contratos de los canteranos Jorge Sáenz de Miera y Cristo González, que cuentan con obstáculos distintos para alcanzar un final feliz.

En el caso del central, sus escasos minutos durante la temporada hacen dudar al futbolista y su entorno más cercano. La propuesta blanquiazul es por dos temporadas más, con lo que el final de su vínculo con la entidad blanquiazul pasaría de junio de 2018 a junio de 2020. Sus emolumentos también subirán de forma considerable para adaptarse (de verdad) a su condición de profesional.

Mientras, la del delantero gira en otra dirección. El salario y la duración del nuevo contrato no parecen un gran problema, pero sí lo es su cláusula de rescisión. Y es que Víctor Pérez Borrego, que ha asumido el mando en estas conversaciones, pretende un incremento importante. Ya en agosto fijó ocho millones de euros, algo que quedó desestimado por parte de la agencia de representación del santacrucero. Y de momento, no parece haberla rebajado lo suficiente como para hallar un punto de encuentro definitivo.

Tras marcar un gol y dar una asistencia contra el UCAM Murcia, Cristo echó balones fuera sobre su continuidad: "No soy ni director general, ni director deportivo ni representante, pero mi voluntad es la de seguir aquí". Eso sí, en el club sorprendió otra de sus prudentes intervenciones. En ella, el jugador aseguraba que prefería "estar tranquilo, dejando pasar el tiempo". Una cosa es que el director general afronte las negociaciones con calma y otra que se acepte dilatarlas con un objetivo distinto al de cerrar un acuerdo satisfactorio para ambas partes, que es lo que se pretende.

Otros deberán esperar

Raúl Cámara y Carlos Ruiz son conscientes de que sus renovaciones llevan otro ritmo. No serán inminentes como la de Vitolo ni se producirán a medio plazo como las ampliaciones de Jorge y Cristo. Puede que, de llevarse a cabo, sea más cerca del final de la presente temporada. El pasado domingo ya se refirió a esta posibilidad el central granadino. "Estoy cómodo, me siento importante y todo se hablará, pero no tengo ninguna prisa ni creo que sea necesaria", explicó al respecto. Tampoco da síntomas de nerviosismo el lateral, consciente de que su etapa como blanquiazul acabará en algún momento. Hay otros casos (Aarón Ñíguez o Edu Oriol) que también deben ser abordados.