Toni Kroos escenificó este jueves su renovación con el Real Madrid hasta 2022, cuando cumplirá 32 años y, si mantiene el ritmo de partidos oficiales disputados, superará al jugador alemán con más recorrido en la historia del club madridista: Uli Stielike.

La huella del ex jugador blanco es alargada. Stielike fue uno de los mejores futbolistas que ha tenido el conjunto madridista a finales de los años 70 y principios de los 80. Cuando Kroos acabe su contrato, tendrá los mismos años que tenía su compatriota cuando dejó el club.

Stielike, entre 1977 y 1985 participó en 308 encuentros y guió desde el centro del campo a un equipo que con él al mando ganó 3 Ligas, 2 Copas del Rey, 1 Copa de la UEFA y rozó la gloria en la Copa de Europa con aquella final perdida en 1981 ante el Liverpool. Su grandeza fue inmensa.

Kroos puede mirarse perfectamente en ese espejo. Seguro que el reflejo es bueno. De momento, cuando acaba de iniciar su tercera temporada en el Real Madrid (llegó al club en el verano de 2014), sus resultados son más que buenos. En un principio firmó hasta 2020, pero sus buenas prestaciones sobre el campo han sido clave para que Florentino Pérez decidiera aumentar su contrato.

Cuando éste acabe, si nada cambia, habrá superado en número de partidos a Stielike. Ahora mismo Kroos suma 108 encuentros oficiales, en los que ha marcado 4 goles y ha repartido 31 asistencias. No tardará en superar a los otros tres alemanes que tiene por delante en cifras, Bodo Illgner (118 encuentros), Sami Khedira (159) y Mesut Özil (161).

De momento, ya ha sobrepasado a Günter Netzer, a Paul Breitner, a Bernd Schuster y a Christoph Metzelder. Lo ha conseguido en muy poco tiempo y ahora va a por el resto. El objetivo es claro: convertirse en el futbolista germano con más partidos en la historia del Real Madrid a base de buen fútbol y títulos.

Pero para superar a Stielike no basta con tener buenos números. Stielike fue todo un símbolo vistiendo la camiseta del Real Madrid. Todo un líder. De momento, Kroos muestra un liderazgo silencioso dentro del campo. Hace poco ruido, pero es respetado. Sin embargo, aún le queda un largo camino para estar a la altura de Stielike.

Precisamente, el ex jugador merengue no dudó en alabar el fichaje de Kroos por el Real Madrid cuando Florentino Pérez pagó cerca de 25 millones de euros en el verano de 2014. Llegó al club justo después de ganar el Mundial de Sudáfrica y eso fue un valor añadido para Stielike.

"Es lógico que nadie diga nada malo sobre el fichaje de Toni Kroos, porque le han visto jugar con el Bayern y sobre todo le han visto con Alemania en el Mundial. Lógicamente un Mundial es siempre un escaparate. Como Kroos hizo un Mundial formidable es lógico que nadie hable mal de él", dijo a la Cadena Cope.

"Posee un rol ofensivo y defensivo. Donde mejor le veo es por delante de la defensa, y desde ahí para repartir juego. Es polivalente y todo lo hace bien. Siempre sabe lo que va a hacer en la siguiente jugada", agregó.

Ese "todo lo hace bien" se ha cumplido en dos temporadas en las que sufrió algún bajón de juego con Rafael Benítez en el banquillo tras un gran curso con Carlo Ancelotti al mando. Ahora, con Zidane, continúa brillando desde el silencio.

El horizonte lejano de Stielike parece un buen trofeo para Kroos, que ya ha ganado casi todo lo que se puede ganar. Un Mundial (Brasil 2014) 2 Ligas de Campeones (1 con el Bayern Múnich), 3 Bundesligas, 2 Supercopas de Alemania, 3 Copas de Alemania, 3 Supercopas de Europa (2 con el Real Madrid) y 2 Mundiales de Clubes (1 con el club blanco) adornan su palmarés.

Ese es el impresionante palmarés de Kroos, que aún no ha ganado la Eurocopa de selecciones, y la Liga, la Copa y la Supercopa con el Real Madrid. Añadir esos trofeos a su vitrina personal será uno de sus objetivos más inmediatos, como reconoció en la rueda de prensa posterior a su firma: "quiero la Liga", dijo claramente.

Pero, a un plazo más largo, el objetivo será otro. Querrá superar a Stielike, un mito alemán del Real Madrid que dejó huella y que Kroos, para superarla, tendrá que emplearse a fondo con sus pases milimétricos (93 por ciento de acierto), su llegada, su contención y, sobre todo, su liderazgo en la sombra.