EN la UD Granadilla Egatesa tienen el convencimiento de que llegaron a la Primera División, en 2015, "en el mejor momento". Después de una campaña en la máxima categoría, el club repite con la garantía de haber dado los pasos adecuados para cumplir los requisitos impuestos por LaLiga. "Entramos en la competición en la etapa más importante del fútbol femenino", sostiene el vicepresidente de la entidad, Julio Luis Pérez, quien ha participado en el proceso de profesionalización de la institución tinerfeña. "La idea es tener recorrido en el tiempo y hacer un proyecto que pueda ir cada vez a más", agrega.

El Granadilla debutó en el curso 15/16 coincidiendo con el origen de la creación de la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino. "En ella están integrados todos los equipos de LaLiga que tienen sección de fútbol femenino y los que son exclusivamente de fútbol femenino que participan en Primera, menos el Barcelona, Real Sociedad y Athletic, que prefirieron no entrar", explica.

A partir de ahí, tanto la Federación Española de Fútbol como LaLiga iniciaron la búsqueda de un patrocinador para la competición: Iberdrola. El objetivo posterior consistió en modificar los estatutos para que los clubes se sometieran al mismo filtro económico que controla a los equipos de la Liga masculina. "Esto conllevaba una serie de obligaciones", indica Pérez antes de entrar en detalles. "Todas las jugadoras y los técnicos debían tener contrato profesional y teníamos que darles de alta en la Seguridad Social. Además, en virtud de la dotación económica que aportan LaLiga y el patrocinador, los clubes estábamos obligados a montar una estructura profesional para poderlos gestionar de forma coherente".

Esa partida que destinan LaLiga e Iberdrola tiene una finalidad determinada. "Se debe utilizar para crear cuatro unidades de gestión: de gerencia, de contabilidad, comercial y marketing, y de comunicación", añade Julio Luis. Aparte de esas cantidades, LaLiga reserva otra para que los clubes promocionen el fútbol femenino. "Si no lo utilizas en eso, no recibes el dinero".

Por su lado, la empresa energética deja otra parte para mejorar las condiciones de los viajes, dotar de seguridad a los campos, con desfibriladores, ambulancias y médicos en cada partido, designar árbitros de Segunda División B y neutrales para cada partido, desde la tercera jornada, y premiar a los clubes por su puesto en la clasificación.

A cambio, los organizadores les marcaron "una serie de deberes" a los equipos. "Tuvimos que presentar una propuesta de estructura, con nombres y apellidos o con empresas externas que hagan el trabajo, y nos lo aprobaron. Y también debimos someter el presupuesto al control de LaLiga. Mantuvimos una reunión en Madrid para ver cómo teníamos que actuar, nos dieron una serie de pautas y, con ellas, confeccionamos el presupuesto. Lo presentamos antes del 30 de agosto y fue aprobado sin ninguna traba".

El vicepresidente confiesa que estos cambios no cogieron por sorpresa al Granadilla. "Desde un principio vimos por dónde iban los tiros y nos estuvimos preparando. Fueron muchas horas de trabajo y de cambiar la forma de hacer las cosas", comenta Pérez, quien igualmente aporta el dato de que las dos condiciones para dar el visto bueno a un presupuesto "son que el balance y la tesorería tengan saldo positivo". Teniendo "muy claros" los gastos, la clave residió en el aumento de los ingresos. "Se llevó a cabo un gran trabajo para buscar patrocinadores y generar recursos. Y mucha gente ha colaborado porque ha visto que tenemos un proyecto serio y que lo justificamos todo". Con todo esto, el club pudo aumentar el presupuesto, incremento motivado por los contratos profesionales, los fichajes, los viajes...

Julio Luis

Pérez

vicepresidente de la ud granadilla egatesa