Medallista en Londres 2012 y ahora diploma olímpico en Río 2016. Muchos deportistas firmarían el palmarés de Elisabeth Chávez. Sin embargo, la jugadora de la selección española de balonmano destiló ayer, a su llegada al aeropuerto de Los Rodeos, cierta desazón aún por la derrota española sufrida en cuartos de final de la cita brasileña ante Francia.

La pívot de La Perdoma (La Orotava) reconoció que el vestuario nacional se quedó "muy dolido" ante la decepción que supuso el no poder revalidar la presea lograda cuatro años antes. "Teníamos una buena oportunidad. Somos un grupo que llevamos mucho tiempo juntas. A partir de ahora va a haber un cambio generacional que no hubo en Londres. Por eso nos fastidia más", asegura.

Chávez reconoció que España, que logró una buena ventaja antes del receso, tuvo cierta relajación a continuación. "No salimos al mismo nivel que en la primera parte, donde sí tuvimos claro lo que teníamos que hacer. Creo que nos relajamos muchísimo y nos pasó factura. Fuimos nosotras quienes perdimos el partido", explicó.

La jugadora del norte insular fue expulsada en un choque "con pique" ante las francesas. "En el momento de la jugada me di cuenta que me iba a la calle". Fue su última acción en unos Juegos "más especiales que los anteriores. Tenía más responsabilidad en la cancha. No hemos cumplido el objetivo, que era meternos en semifinales", se lamenta.

No todo fue negativo en Río de Janeiro para ella. Aparte de vivencias varias, se queda con el partido en el que la selección hizo hincar la rodilla de la anfitriona. "Fue un lujo jugar ese partido", admitió una Elisabeth que fue crítica con lo despoblados que se encontraban los pabellones cariocas.

Parte importante de las denominadas "guerreras" españolas, Eli afrontará ahora unos días de esparcimiento por su tierra antes de regresar a la disciplina de su equipo: el CJF Fleury de la Liga... francesa. "Estaré unos días por aquí para aprovechar con la familia. El 29 -de agosto- me voy para Francia porque el día 10 -de septiembre- comienza la competición".

Amén de su competición de club, la tinerfeña piensa en nuevos retos a afrontar con la Roja. El próximo debe llegar, siempre y cuando sea convocada, con el Campeonato de Europa que se va a celebrar en Suecia del 4 al 18 de diciembre del presente año. España quedó encuadrada en el Grupo A, junto a la anfitriona Suecia -ante la que debutará el primer día de competición- Serbia y Eslovenia. En 2008 y 2014 -el último europeo acontecido- las "guerreras" fueron subcampeonas del Viejo Continente.

Con mayor perspectiva de futuro, a la jugadora de 25 años -hará 26 en noviembre- no se le ha apagado la llama olímpica. "Espero estar en Tokio 2020. Ese es mi gran objetivo, si las lesiones me respetan", exterioriza la medallista de bronce en Londres 2012.