Juan Antonio Pizzi Torroja (Santa Fe, Argentina, 7 de junio de 1968) se convirtió en uno de los numerosos debates abiertos en la etapa de Javier Clemente. Su condición de nacionalizado provocó que algunos sectores se opusieran a su convocatoria (la primera fue en 1994), más por las diferencias con el seleccionador que por el rendimiento de un delantero que iba a lograr la Bota de Oro 95-96. Quizás por eso, su inclusión en la lista para la Eurocopa de ese verano despertó menos suspicacias.

El ariete del CD Tenerife venía de hacer 31 goles, los mismos que Alan Shearer, lo que unido a su fichaje por el FC Barcelona mejoró su aceptación. No fue el primer blanquiazul en acudir al combinado nacional, puesto que Felipe, Chano o Juanele ya habían estado presentes en años anteriores. Pero sí el primer "extranjero" desde la Isla y el último en vestir "la roja" llegado directamente desde la entidad tinerfeñista. Veinte años hace de aquel episodio.

Se estrenó en la "Euro" de Inglaterra contra Bulgaria, partido en el que resultó expulsado a falta de un cuarto de hora. Sancionado ante Francia, volvió al once para medirse con la selección rumana y tampoco completó los 90 minutos. Fue sustituido a los 56. No estuvo mal, pero no marcó y perdió la titularidad para el duelo de cuartos ante la anfitriona. Los penaltis se cruzaron en el camino de España y Pizzi lo vio todo desde el banquillo.

Aún así, Clemente vio en algo en él y volvió a citarle para el Mundial de Francia''98. Allí, después de la debacle, le defendió: "Su comportamiento siempre fue exquisito y su rendimiento, también. Tuvo una gran acogida en el vestuario. Y fue uno de los jugadores que más sufrió tras el 0-0 ante Paraguay. Tuvo varias ocasiones en ese partido y en el vestuario fue de los más afectados".

Pizzi era el noveno argentino en vestir la camiseta de España después de Di Stéfano, Valdez, Errazquin, Arbide, Heredia, Touriño, Rial y Roberto Martínez, aunque los tres últimos se consideraban oriundos por tener antepasados españoles. En el Mundial de Alemania 2006 tuvo la oportunidad, aunque efímera, Mariano Pernía. Este país sudamericano es el que más futbolistas ha aportado al combinado nacional, seguido eso sí de cerca por Brasil (6): Donato, Catanha, Senna, Diego Costa, Rodrigo y Thiago Alcántara (este último con doble nacionalidad).

En total, han sido 39 los jugadores que llegaron a debutar con la selección habiendo nacido en otro país. Paulino Alcántara, nacido en Filipinas, fue el primero. Otros, como Gárate, Luis Cembranos o Curro Torres, vieron la luz fuera de España aunque de forma accidental. Del resto de jugadores naturalizados, los más destacados fueron el paraguayo Heriberto Herrera y los húngaros Kubala y Puskas. También hay casos de nacionalizaciones por la vía rápida... e ilegal.