Martes 22 de abril de 1997, Parkstadion de Gelsenkirchen. Pasadas las nueve y media de la noche se juega la segunda parte de la prórroga del partido de vuelta de las semifinales de la Copa de la UEFA. El internacional alemán Olaf Thon ejecuta una falta que cuelga sobre el área del Tenerife y allí emerge la figura de un rematador que, de cabeza, supera al sueco Bengt Andersson para colocar el 2-0 en el marcador. El Schalke 04 estaba clasificado. Quedaban 13 minutos, pero la Isla entera había despertado del sueño en esa maldita jugada. Aquel cabeceador, el hombre que impidió que Heynckes llevara al Tenerife a una final de competición europea, el verdugo, es hoy el seleccionador de Bélgica: Marc Wilmots.

Nacido en Dongelberg el 22 de febrero de 1969, su carrera futbolística empezó en el Sint-Truiden, con el que logró el ascenso a Primera División en 1987. Tenía apenas 18 años y, un año más tarde, iba a pasar al Malinas. Allí consiguió la liga de su país y una Supercopa de Europa. A continuación, fichó por el Standard de Lieja, con el que se adjudicó una Copa belga. Pero el gran salto lo iba a dar con el traspaso al Schalke 04 alemán. Allí se convirtió pronto en el ídolo de la afición, consideración que mantuvo pese a la temporada en la que se marchó al Girondins. Al volver ganó una Copa de Alemania, pero fue en su primera etapa cuando ocupó un papel protagonista en la consecución de aquella Copa de la UEFA que debió ganar el Tenerife. Wilmots lo impidió.

Con su selección, jugó nada menos que cuatro Campeonatos del Mundo: Italia 90, Estados Unidos 94, Francia 98 y Japón/Corea 2002. En esta última cita mundialista, la suerte que siempre tuvo le abandonó evitando que pasara a la historia. Le fue anulado un gol legal contra Brasil, que luego marcó tras el descanso gracias a Ronaldo y Rivaldo. Al "Toro de Dongelberg", como se apodaba a Wilmots por entonces, se le escurrió la gloria de eliminar al futuro campeón.

En su última temporada en activo como futbolista, acabó en el banquillo del Schalke 04. Fue su primera experiencia como entrenador (02-03). En 2005 fue destituido en el Sint Truiden, el equipo en el que se había formado. Después de un paréntesis, ejerció como asistente de los seleccionadores Dick Advocaat y Georges Leekens entre 2009 y 2012. Le llegó entonce su gran oportunidad.

Como seleccionador belga, ha logrado la clasificación para el Mundial de Brasil 2014 y ahora para Francia 2016. Lo ha hecho con la mejor generación de jugadores de los últimos 15 años en su país. El enorme talento que maneja (Courtois, De Bruyne, Hazard, Lukaku, Carrasco, Mertens, Fellaini o Benteke, entre otros) le obliga a dar muchas alegrías a un país que llevaba 16 años sin ver una Eurocopa con verdadero interés.