El Atlético de Madrid afronta dos años después una nueva final de la Liga de Campeones en Milán, con diferencias respecto al duelo decisivo de 2014 en Lisboa contra el Real Madrid, como las dos semanas de preparación, la plantilla al completo, las variantes, la menor carga de minutos o la experiencia.

DOS SEMANAS DE PREPARACIÓN: A Lisboa llegó con solo una semana de preparación, pero sobre todo después de jugar una ''final'' por la Liga siete días antes frente al Barcelona en el Camp Nou (1-1) con todo lo que eso conlleva en cuanto a desgaste físico, presión, carga de minutos y cansancio para el duelo de hace dos años por el título.

Ahora, afronta la final de Milán con dos semanas de puesta a punto, muy meticulosa por parte de su técnico, Simeone, que ha trabajado al detalle, incluso por líneas, cada aspecto del encuentro del sábado. "En Lisboa nos presentamos de otra manera. Habíamos jugado una final con el Barcelona", repasó el sábado el técnico.

TODA LA PLANTILLA DISPONIBLE: "En Lisboa veníamos con chicos con dificultades, caso Diego Costa, caso Arda...", expresó también Simeone con vistas a la final de Milán. En 2014, el Atlético tuvo la baja del jugador turco, titular indiscutible en aquel equipo, mientras que el delantero, su referencia ofensiva, duró ocho minutos sobre el estadio de La Luz, sin estar recuperado de una lesión muscular.

En Milán, el Atlético dispone de toda su plantilla. Ya recuperado el portugués Tiago Mendes, con todo el equipo en buen tono físico y con todo su once tipo y recambios disponibles para el entrenador argentino. Sólo Jesús Gámez, que apunta a suplente, ha sufrido algún problema muscular en estas dos semanas camino de la final de 2016.

SUS MÚLTIPLES VARIANTES: Para la final de Lisboa, el Atlético tenía un sistema y un planteamiento muy definido, inalterable toda la campaña, agarrado a su firmeza defensiva y al contragolpe que lanzaba el centro del campo, con Koke al frente, y que culminaba sobre todo Diego Costa junto a David Villa como pareja de ataque.

En esta temporada, con vistas al choque del sábado, el equipo rojiblanco maneja múltiples variantes en su dibujo táctico, capaz de moverlo de un 4-4-2 a un 4-1-4-1 o a un 4-3-3 cuando lo necesita a lo largo de un encuentro; en su estilo, con diferentes registros, con presión más alta, repliegue, posesión, ataques estáticos o contragolpes; y en sus futbolistas, con diferentes características.

MÁS EXPERIENCIA: Sólo David Villa había jugado una final de la Liga de Campeones cuando el conjunto rojiblanco alcanzó el duelo de Lisboa del 24 de mayo de 2014. El resto, los otros diez jugadores que partieron desde el once y todo el banquillo, se estrenaba en una cita de tanta dimensión, tanta presión y tanta carga emocional.

Ahora, nueve jugadores de su plantilla ya han disputado una final de la Liga de Campeones: Juanfran Torres, Diego Godín, José María Giménez, Filipe Luis, Gabi Fernández, Koke Resurrección, Tiago Mendes, Óliver Torres, que repiten respecto a Lisboa, y Fernando Torres, que la jugó y la ganó con el Chelsea en 2012. Y siete de ellos apuntan a la alineación titular de Simeone en San Siro.

MENOS CARGA DE MINUTOS: En 2014, el Atlético había disputado cuatro encuentros más que ahora a las puertas de la final y seis de sus futbolistas acumulaban más de 4.500 minutos: además del portero belga Thibaut Courtois, los jugadores de campo Juanfran Torres, Diego Godín, Joao Miranda, Koke Resurrección y Gabi Fernández.

En este curso, sólo uno, su guardameta Jan Oblak, está por encima de esa cantidad de minutos, con 4.717. El resto están por debajo. Koke es el que más ha disputado con 4.477 minutos, seguido por Gabi (4.292), Juanfran (4.228), Griezmann (4.132), Filipe Luis (4.119) y Godín (4.060). Los demás están por debajo de los 4.000 minutos.