No son muchas visitas las que ha realizado el Tenerife al campo de la Ponferradina, pero cada una dejó su huella, en mayor o menor medida. Casi todas con malas noticias y solo una con un desenlace feliz. En cualquier caso, algo suele pasar en El Toralín.

La primera comparecencia de los tinerfeños en ese estadio fue doblemente dolorosa. El 3 de diciembre de 2006, el equipo no solo perdió un partido que terminó costándole el puesto de entrenador a Bernd Krauss (fue sustituido por Casuco), sino que lamentó el fallecimiento del padre de un integrante de la plantilla, el del central gallego Manuel Castiñeiras, que sufrió un infarto en la grada mientras seguía el encuentro. El actual capitán del Tenerife, Suso Santana, formó parte de la convocatoria, pero no jugó.

Cinco años más tarde, la Ponferradina volvió a recibir al Tenerife; en este caso para protagonizar un duelo de aspirantes a evitar el descenso. Al final de la Liga, ninguno alcanzó ese objetivo. El representativo, con Ricardo León como suplente, se adelantó con un gol de Pablo Sicilia, pero Máyor, que acabaría siendo jugador de la UD Las Palmas, batió a Sergio Aragoneses y estableció el 1-1 definitivo. En el bando local fue titular el ahora tinerfeñista Cristian. Fue una oportunidad desperdiciada y la antesala del despido de Carlos Mandía, que quedó desligado del club siete días más tarde, unas horas después del empate en el derbi jugado en el Heliodoro en la Liga 10/11.

Una vez en Segunda B, el Tenerife regresó a Ponferrada. Lo hizo el 12 de junio de 2012 -vistiendo de naranja y verde- en el choque de vuelta de la eliminatoria definitiva por el ascenso. Un dudoso penalti cometido por Pablo Sicilia y señalado por Iglesias Villanueva fue aprovechado por Yuri para adelantar al cuadro berciano y ponerlo en ventaja en un "play-off" que mantuvo el signo en el duelo de vuelta.

Al fin, a la cuarta llegó la vencida. En octubre de 2013, el paso por El Toralín fue influyente, pero en el sentido positivo. Después de iniciar la temporada con una pésima racha de 5 puntos sumados de 27, un cuestionado Álvaro Cervera se la jugó en la casa de la Ponferradina, entre otras cosas al cambiar a Aragoneses por el debutante Roberto. La apuesta le dio resultado y el Tenerife ganó con un gol de Ayoze. El equipo inició así una serie de ocho jornadas sin perder y logró separarse de los puestos de descenso.

Y queda la experiencia más cercana, la de la primera jornada de la Liga 14/15. El Tenerife inició un proyecto ambicioso de la peor manera, perdiendo con un gol inusual, de saque de esquina directo. Infante sorprendió así a Jacobo, cuya breve etapa en el conjunto insular empezó a torcerse, al igual que el rumbo del equipo.