Ha llovido. Fue en la segunda vuelta de la temporada 2012/13, concretamente el 3 de marzo. Lanzó Gerard, ahora en el Espanyol, y detuvo Sergio Aragoneses. No sirvió de mucho, porque Thomas (ahora en el primer equipo colchonero) sentenció el 1-0 que cortaba la gran racha del equipo de Cervera, que acabaría ascendiendo a Segunda A. Desde aquel día, hasta el pasado sábado, casi tres años después, ningún portero del Tenerife volvió a parar una pena máxima, de las 18 con la que ha sido castigado el equipo, que solo se libró del gol cuando el albaceteño Chumbi marró su disparo, aunque tampoco sirvió de mucho, porque el equipo perdió 3-2 y Cervera fue destituido.

En este tiempo, el Tenerife ha lanzado 12 penas máximas y ha recibido 19. En concreto este año lleva cuatro en contra, algunos inventados como los de Zaragoza, y ninguno a su favor.