Martí no ha inventado el fútbol ni tiene una varita mágica. Pero a base de cercanía, cordialidad, empatía con el entorno y cordura futbolística, ha inyectado ilusión y esperanza a una plantilla cabizbaja antes de su llegada a la Isla. Y lo que es más importante, a la afición. Antes desencantada y aburrida de ver a un equipo que no jugaba a nada y aspiraba a sobrevivir como el más humilde de la categoría. Ahora entregada, incluso por un empate como el del pasado domingo ante el colíder Córdoba. Convencida de que la fórmula es la adecuada y de que el Tenerife de Martí sí tiene futuro.

El trato a la plantilla, el sistema de trabajo, la mayor implicación de sus colaboradores en las decisiones y su idea futbolística representan el cambio.

En esta última faceta, la blanquiazul es ahora una escuadra ambiciosa e intensa, que quiere mandar en los partidos y que no renuncia a la posesión ni al ataque aunque vaya por delante en el marcador. Sus futbolistas parecen más cómodos con este estilo y ofrecen una versión más alegre sobre el terreno de juego.

Puede que la evolución se pare o que, simplemente, no dé para aspirar a cotas mayores. Pero de momento apunta.

Imagen y discurso. En el Tenerife están encantados de la imagen que proyecta Martí, que ha cerrado un debate sobre el banquillo que duraba demasiado. Se valora también su discurso, pausado y seguro. Sin discordancias entre lo que dice y hace. "Conoce el club y su idiosincrasia, la isla y el entorno", reconoce Serrano. Nada más llegar ya ha sido invitado a participar en actos sociales y se habla del club en la Península.

Trato cercano con la plantilla. El técnico balear colgó las botas el pasado mes de junio y tiene facilidad para "llegar" a sus futbolistas. "Sabe lo que nos gusta, lo que no, lo que nos preocupa", ha dicho Aitor Sanz. ". Está dando confianza a la gente y se pone mucho en la piel del futbolista", aporta Raúl Cámara. En general, se valora su empatía y su aplicación de la disciplina de forma natural, sin estridencias ni gritos.

Entrenamientos más dinámicos. Las sesiones no son tan largas como en la "era Agné", pero los jugadores no acusan la falta de trabajo. "Son muy intensos, no se pierde el tiempo ni nos paramos demasiado", dicen algunos que tampoco echan en falta la mano de Toni Masferrer en la preparación física: "Con Iván (Méndez) casi todo es con balón, pero te hace trabajar. Todo es más divertido y llevadero".

Entrada de futbolistas. Jorge, que no contaba para el anterior técnico, es ahora indiscutible. "De una jornada para otra todo cambió con el nuevo entrenador. Ha confiado en mí", cuenta Jorge. También ha crecido la participación del talentoso Tommy Martínez, que se siente "más cómodo y enchufado" al equipo con este estilo. El domingo entró Omar en el once y se quedó fuera Pedro. Martí quiere a toda su plantilla enchufada.