2-2

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Barcelona: Masip; Adriano, Bartra (Mascherano, 69''), Vermaelen (Douglas, 63''), Mathieu; Sergio Roberto, Xavi (Iniesta, 85''), Rafinha; Pedro, Messi y Neymar.

Deportivo: Fabricio; Laure, Lopo, Sidnei, Canella (Medunjanin, 38''); Celso Borges, Álex Bergantiños, Juan Domínguez (Oriol Riera, 62''); Salomao, Lucas Pérez (José Rodríguez, 85'') e Ivan Cavaleiro.

Árbitro: Clos Gómez (comité aragonés). Mostró cartulina amarilla a Juan Domíguez, Mathieu, Oriol Riera y Medunjanin.

Goles: 1-0, m. 4: Messi. 2-0, m. 60: Messi. 2-1, m. 67: Lucas. 2-2, m. 75: Salomao.

Incidencias: Camp Nou ante 93.743 espectadores, según datos aportador por el FC Barcelona. Ángel María Villar, presidente de la RFEF,entregó la copa de la Liga al capitán del Barça, Xavi Hernández. Mosaico y despedida con ovación para Xavi en su último partido de liga con el Barcelona.

Efe, Barcelona

El Deportivo obró el milagro en el Camp Nou y seguirá en la Liga BBVA, después de un partido agónico para los gallegos y festivo para los azulgranas, que celebraron el título de Liga y despidieron a uno de los mitos, Xavi Hernández, que dijo adiós al Camp Nou.

El Dépor empató el partido en el minuto 75 gracias a un tanto de Salomao (2-2), que desató la alegría en el deportivismo, que después de haber visto lo visto antes del tanto no daba ni un duro por la hombrada de los suyos, ya que estuvieron completamente sometidos al Barcelona, que llegó a dominar el tanteador por 2-0.

El Barcelona se encontró con un Deportivo triste, que daba por bueno el empate pero que ya en el minuto 4 vio cómo se le desmontó el argumento que había hecho que los de Víctor Sánchez se echasen atrás para evitar que el rival les hiciese un siete.

Tras los goles de Messi y el 2-1 establecido por Lucas, en el 67, llegó el minuto de oro del Dépor, el 75, con ese gol histórico y letal de Salomao, quien batió a Masip e hiciese estallar de alegría a la nutrida parroquia deportivista que estaba instalada en el tercer graderío.

A partir de entonces, el Dépor vivió una agonía, incluidos los cinco minutos de añadido, en los que sacó todo el repertorio que le quedó para perder todo el tiempo posible, mientras que el Barcelona se lo miró sin mucho estrés, con fiesta final y gritos de "campeones, campeones, campeones".