El español Pablo Andújar, 66º jugador del ránking ATP, no entraba en los pronósticos para disputar la final del Trofeo Conde de Godó, pero mañana será el encargado de amenazar la corona del japonés Kei Nishikori, quinto jugador mundial y vigente campeón del torneo.

Andújar se ha ganado, a sus 29 años, todo el crédito del mundo tras tumbar hoy (7-6 y 6-3) al tercer cabeza de serie del torneo, su compatriota David Ferrer, en un enorme partido.

Y también por haber dejado por el camino a otros tres cabezas de serie: el argentino Leonardo Mayer (11), el español Feliciano López (5) y al verdugo de Rafa Nadal, el italiano Fabio Fognini (13).

Mañana tendrá un reto aun mayor, el de batir al primer favorito, que llega a su segunda final consecutiva en Barcelona tras derrotar al ruso Teymuraz Gabashvili, al colombiano Santiago Giraldo (finalista de la pasada edición), al español Roberto Bautista y al eslovaco Martin Klizan.

Solo Bautista, decimosexto jugador del ránking mundial y séptimo cabeza de serie, puso en aprietos al tenista de Shimane, a quien logró robarle el segundo set en la ronda de cuartos de final.

El resto de rivales no han conseguido ganarle ni una manga y han asistido impotentes a la exhibición de Nishikori, de quien nadie diría, tal como ha jugado esta semana, que ha iniciado en Barcelona la gira europea en tierra batida.

La quinta raqueta del mundo, uno de esos jugadores que no tienen ningún golpe demoledor pero que todo la hace bien, ha exhibido, sin duda, el tenis más sólido de todo el torneo, lo que confirma que la arcilla es una superficie que se adapta perfectamente a sus características.

A sus 25 años, Nishikori disputará mañana la decimoquinta final de su carrera, en la que buscará su noveno título ATP, el segundo en la capital catalana.

Tras apartar a Ferrer del sueño de levantar por fin el Godó, después de disputar cuatro finales, Andújar, que nunca había pasado de octavos en Barcelona, tendrá mañana su oportunidad.

Ya sabe lo que es ganar a Nishikori en tierra -lo derrotó en los cuartos de final de Madrid de 2013-, aunque mantiene un balance desfavorable con el nipón, que lo venció en la pista dura del Abierto de Estados Unidos de 2014 (segunda ronda) y Winston-Salem 2011 (octavos de final).

Su cambio de equipo técnico -ha fichado a Albert Portas y Germán Puentes como entrenadores- y su decisión de renunciar a Montecarlo para preparar especialmente Barcelona parece que han surtido efecto.

Andújar ha jugado ya seis finales (ganó Casablanca en 2011 y 2012 y Gstaad 2014), pero todas en categoría 250. Por tanto, mañana será la primera vez que dispute una final de un ATP 500.