Muy contento por el triunfo y por haber contribuido con un gol. Pero no por ello dejó de reconocer que el Tenerife no completó ayer un partido redondo. "Sentí que a partir del primer tanto no estuvimos tan bien", comentó Diego Ifrán.

En concreto, el delantero cedido por la Real Sociedad tuvo la impresión, "dentro del campo", de que el Tenerife se quedó "un poco atrás" después de ponerse en ventaja. "También estábamos pendientes de salir al contragolpe y de cerrar el partido con velocidad y con Suso Maxi haciendo daño a la espalda de los defensas. Nos ajustamos a eso", explicó para insistir que al Tenerife le sigue costando cerrar los partidos. Aún así, opinó que el conjunto que entrena Agné "estuvo mejor esta vez".

Repasando la acción del 1-0, se limitó a apuntar que "hay que estar" en el lugar adecuado para colar el balón en la portería. "Vi que había viento y lluvia y que el portero no llegaba al balón que levantó Suso, y me quedó ahí", comentó el futbolista blanquiazul, seguro de que ese tanto "fue un golpe duro" para el Osasuna.

Por otra parte, se mostró convencido de que José María Sánchez Martínez se equivocó al mostrarle la tarjeta amarilla por simular una infracción en el minuto 86. "Cuando te comes un codazo y te enseñan la tarjeta, sientes impotencia, pero tampoco quiero hablar mucho del árbitro. No quiero quedar mal. Se ve que pensó que había simulado la agresión, pero la realidad es que el jugador del Osasuna me pegó en la cara". Lo cierto es que Ifrán suma cuatro cartulinas amarillas y está al borde de la suspensión.