Raúl Agné se va soltando. No es que no fuera él hasta ahora, pero va perdiendo ese control habitual en los primeros contactos. En su cuarta rueda de prensa como entrenador del Tenerife (la segunda previa a un partido), se le vio tranquilo, aunque responsabilizado con la situación. Quiso lanzar un mensaje de confianza sobre el futuro, no rehuyó pregunta alguna y hasta se metió en un pequeño lío carnavalero. De esos que quedarán más en anécdota que en otra cosa. Sobre todo si el resultado de mañana ante el Mirandés en Anduva es el deseado.

¿Ante el Girona se vio la línea a seguir?

Intentaremos en todos los partidos que estén más cerrados a nuestro favor porque la semana pasada fue mucho más abierta, aunque eso es culpa mía. El rival que teníamos delante era muy peligroso y jugamos con fuego. En la segunda parte sí pasamos tiempo en su campo.

¿Cómo está el vestuario? ¿Le preocupa el estado anímico de la plantilla?

Le doy mucha importancia porque sé que cuando un jugador está bien de ánimo todo cambia. Creo en los pequeños detalles porque todo suma. El aspecto anímico es importante pero aquí no estamos para consolar a la gente. La situación es la que es y queda trabajo por hacer. Pero tengo el pleno convencimiento de que lo sacaremos adelante. La necesidad de empezar a sumar está ahí, aunque estoy satisfecho por la predisposición del grupo.

¿Van asimilando sus jugadores los conceptos que está intentando inculcarles?

Intentamos que sí, pero somos conscientes y no me quiero excusar en que no tenemos tiempo de pretemporada. Pero estamos más contentos que la semana pasada, en la que casi no dio tiempo de nada.

¿Cuál es su objetivo final con el equipo?

Tenemos que ver un Tenerife que sea competitivo y con ganas de ganar cada partido. El de este fin de semana no tendrá nada que ver con el del anterior y espero que seamos competitivos.

Ha dicho que será diferente al del Girona. ¿Le preocupa el frío o el estado del césped?

Yo espero que el futbolista canario, aunque vaya a la Península a jugar en una noche gélida sepa competir. No podemos pasar media hora sin adaptarnos porque ellos sí están adaptados. De hecho mañana ya entrenamos en un sitio frío.

¿Cómo espera el duelo ante el Mirandés?

Más directo, más físico, muy por fuera, de segundos balones, de pequeños detalles y exigente en lo físico. Eso genera una exigencia mental, porque de la nada puede pasar algo. Hay que estar muy concentrados.

¿Le preocupan las ausencias de Ricardo y Suso?

El entrenador que diga que las bajas no condicionan... Yo no lo comparto. Siempre condicionan. Ojalá pudiera disponer siempre de los lesionados, pero saldrán otros y no hay problema con eso. Hay que adaptarse. Ricardo, personalmente, es un hombre que nos puede aportar mucho y estoy fastidiado por él por esa manera que se lesionó. Además, creo que estaba cerca de entrar en el equipo.

¿Es un ejemplo el rival de mañana para salir de la situación actual en la clasificación?

La temporada es muy larga y las situaciones estas la pasan los equipos de la zona media baja. Su racha es buena. Pero creo que quedan muchas jornadas y que, yendo partido a partido, esa racha le llegará al Tenerife también.

¿Se queda fuera Cristo González por decisión técnica?

Sí. Cristo González se queda porque creo que hay otros jugadores que se pueden adaptar mejor al partido.

¿Es el caso del también canterano Santi?

Me llevo a Santi Luque por la baja de Suso Santana y por el perfil de la gente de fuera que tenemos. Le he visto muy descarado, muy veloz y creo que nos vendrá bien en este partido.

Tuvo la oportunidad de compartir almuerzo con Miguel Concepción. ¿Cómo vio al presidente? ¿Qué le transmitió?

Me mostró su respaldo y me gustó la convivencia porque es un hombre muy sereno, muy cercano. Lo vi con la inquietud de hombre de club, pero la misma inquietud que yo. Y también con confianza. Estoy convencido de que vamos a salir.