"Laceración renal y pequeña fisura esplénica". El último parte médico del CD Tenerife en el que estuvo incluido Igor Arnáez reflejaba ese diagnóstico sobre su lesión y añadía que "tras la buena evolución fue trasladado a planta", sin explicar que había pasado unos días en la UCI de Hospiten Rambla donde, en estos momentos, sigue ingresado. El golpe fortuito que recibió en un choque con su compañero Maxi Pérez asustó a los médicos blanquiazules. Las pruebas posteriores demostraron que había suficientes motivos para ello.

Y es que Igor Arnáez había sufrido tal traumatismo que el riñón afectado y el bazo corrieron serio peligro en los primeros días de hospitalización. Su condición de deportista de elite impidió que el alcance de la lesión fuera mayor y que su vida corriera peligro. Pero la necesidad de someterse a una intervención quirúrgica planeó inicialmente sobre el futbolista. El Tenerife blindó el asunto para que no trascendiera la gravedad inicial, protegiendo así a Igor y a su familia.

Con su evolución, mejoraron las expectativas. "La lesión, si finalmente es de grado 1, no es grave. Pero sí requiere cierto tiempo para que se produzca la recuperación total", dijo ayer en Radio El Día Tomás Concepción Masip, jefe de Urología en el Hospital Universitario de Canarias (HUC) sin aludir concretamente al caso del blanquiazul. En este sentido, situó en "cuatro semanas" el tiempo habitual para abandonar el reposo absoluto en este tipo de dolencias.

Arnáez puede recibir próximamente el alta médica y ya ha recibido algunas visitas, como la del presidente Miguel Concepción. Mientras, los médicos ya trabajan en la elaboración de un informe definitivo e independiente que determine el tiempo exacto que necesitaría para volver a competir. Si fuera igual o superior a los cinco meses, habilitaría la opción de realizar un fichaje fuera de plazo al Tenerife.