La fecha de caducidad de Álvaro Cervera como entrenador del Tenerife no pasa necesariamente por el domingo. En estos primeros días de la semana, se ha producido una reunión de la cúpula del club que así lo atestigua. El presidente Miguel Concepción ha seguido manifestando su confianza en el técnico y su ayudante en la Comisión Deportiva, Alfonso Serrano, tampoco recomienda tomar decisiones drásticas porque el resultado es negativo y sin tener en consideración otros parámetros para ello.

Será la imagen lo que determine el margen de actuación del preparador blanquiazul. Y, en este sentido, el juego exhibido en Pamplona supone un paso adelante. Se vio en El Sadar un equipo comprometido y solidario. Nada que ver con lo acontecido 14 días antes en Butarque. La defensa que realizó la plantilla de la labor de su jefe durante la semana tuvo fiel reflejo en el esfuerzo desplegado ante Osasuna. Es verdad que el conjunto insular no sumó, pero estuvo más cerca de conseguirlo que en sus últimas comparecencias a domicilio.

Pese a la tristeza por la forma en la que llegó el 3-2 definitivo, los jugadores blanquiazules que pasaron por la zona mixta del recinto navarro defendieron su proceder: "Este es el camino", repitieron hasta la saciedad. Durante la semana, se han ido repoduciendo las peticiones de unidad. "La imagen fue buena, se vio algo, un atisbo de luz para salir de esta situación", dijo Hugo Álvarez el pasado lunes. "Con este grupo humano vamos a salir adelante, y con la unidad entre cuerpo técnico, plantilla y afición", vaticinó Aridane Santana más tarde.

Cervera tiene crédito casi ilimitado entre sus jugadores. El presidente sigue confiando en que sacará adelante esta situación. Falta un detalle no menos importante: el ambiente. Si el juego del equipo y el resultado no están acordes a lo esperado, el Heliodoro dictará sentencia. En definitiva, los resultados son lo más importante... pero no el único condicionante.