Uno bate todos los registros goleadores. Con el otro se ha cebado la mala suerte una vez más. El primero tiene líder a su equipo, la UD Las Palmas, gracias a su enorme acierto. Su rival ha dejado huérfano en el capítulo realizador al CD Tenerife por una inoportuna lesión en la primera jornada del Campeonato. Son Sergio Araujo y Diego Ifrán, los dos fichajes estrella de los proyectos 14-15 de los conjuntos canarios en Segunda División.

El delantero argentino (Neuquén, 28 de enero de 1992) llegó a Gran Canaria buscando una segunda oportunidad de triunfar en Europa. Despuntó en las categorías inferiores de Boca Juniors y llegó a debutar con el primer equipo con solo 17 años. Fue ante Banfield en la última jornada del Torneo Apertura. La falta de continuidad permitió que el Barcelona lograra su cesión por dos temporadas y a cambio de 800.000 euros. Su destino fue el filial culé, donde no terminó de adaptarse a la ausencia de su familia. Anotó siete goles en 34 partidos, pero prefirió volver a Argentina. En Boca tenía las puertas cerradas y se marchó a préstamo para jugar en Tigre, donde tampoco ostentó la condición de titular indiscutible.

Truncada su progresión, Las Palmas aprovechó para reabrirle la puerta del Viejo Continente. El buen ojo del director deportivo, Nico Rodríguez, tiene la culpa del acierto. En solo cinco jornadas ya se ha ganado a la hinchada amarilla. Siete goles después (algunos de bella factura), nadie duda de que la UD ha encontrado justo lo que le faltó la pasada campaña: la certeza del gol. Ya ha superado las cifras de Aranda y está a un solo tanto de Chrisantus. "Estoy en mi mejor momento", revelaba en sus últimas declaraciones. En ellas, reconoció que ya le habían hablado del derbi canario: "Me han dicho que es como un Boca-River". Por eso, se atrevió a esbozar un deseo, el de cambiar sus siete goles "por marcar en el Heliodoro".

Su rotundo éxito contrasta con la situación de Ifrán (Cerro Chato, 8 de junio de 1987). El delantero uruguayo fue la gran apuesta de Alfonso Serrano para reemplazar las cifras goleadoras de Ayoze Pérez. Pero ni siquiera le ha dado tiempo a fracasar. En la primera jornada, sufrió un esguince en la rodilla derecha y está de baja desde entonces. Su entrenador, Álvaro Cervera, suspira por su concurso. Pero no estará en el derbi del domingo.

Las lesiones le han perseguido en momentos clave de su carrera. Por eso, solo realizó una petición durante su rueda de prensa de presentación: "Espero que me respeten las lesiones para tener continuidad y poder marcar goles". Y es que no es la primera vez que algo así le sucede. Después de marcar 39 tantos en tres campañas (Fénix y Danubio), abandonó Uruguay para jugar en la Real Sociedad. Dos lesiones le impidieron triunfar allí. En enero, se fue cedido al Deportivo. Ascendió y fue señalado como uno de los artífices. El Tenerife espera su mejor versión. Le necesita.