El domingo es día de caza. Arranca la temporada 2014 y lo hace, en Tenerife, con unas perspectivas cinegéticas opuestas. Si bien se augura otro buen año para la caza de la perdiz, tras las lluvias caídas durante el invierno y el éxito de las repoblaciones, no ocurre lo mismo para la caza del conejo.

Aunque se afronta el cuarto año consecutivo sin que los cazadores de esta modalidad puedan usar armas de fuego para sus capturas, las poblaciones de esta especie no se recuperan debido a la afección de las dos grandes enfermedades que le afectan: la mixomatosis y la hemorragia vírica.

Con todo, más de 5.000 cazadores tinerfeños -unos 2.000 menos que hace tres años-, según los últimos datos a los que ha tenido acceso este periódico, podrán salir desde este domingo y hasta el 26 de octubre a los terrenos de caza permitidos en la isla de Tenerife.

Aquellos que se decanten por la caza de las especies de pluma permitidas en Tenerife -perdiz moruna y paloma bravía-, podrán usar las armas de fuego a partir del 14 de septiembre y hasta el 26 de octubre, fecha en la que se dará por concluida la temporada.

Por segundo año consecutivo, y por decisión del Gobierno de Canarias, en Tenerife no estará permitida la captura de la tórtola y la codorniz, dos especies de caza tradicionales en esta isla.

Mientras, los que opten por la caza del conejo solo podrán hacer con perro y hurón -sin armas de fuego-, una medida provisional que se adoptó en 2011 ante la escasez de piezas, pero que la realidad del campo ha terminado imponiendo otro año más.

Pero al margen de las perspectivas cinegéticas, la temporada 2014 estará marcada por la celebración de elecciones en las federaciones canaria e insular. Y aunque todavía no hay una fecha cerrada para su celebración, en septiembre se convocará el proceso electoral.

Según distintas fuentes consultadas por este periódico, y al margen de que se puedan presentar otras candidaturas, con casi total probabilidad volverán a concurrir a esos comicios los actuales presidentes de las dos federaciones citadas, Enrique Sánchez y Manuel Delgado, respectivamente.

Además, durante los últimos días ha saltado también al debate político, de la mano del Partido Popular, la reforma de la Ley de Caza de Canarias, un texto del año 1998 que pretende modificar el Ejecutivo regional y que, de momento, no tiene, ni mucho menos, el apoyo de los cazadores.

Por eso, en 2014, más que nunca antes, la temporada de caza no solo se desarrollará en el campo, sino también en los despachos.