El tándem defensivo formado por el brasileño Luisao y el argentino Ezequiel Garay, que suma centímetros de altura y años de experiencia, presume esta temporada de una inusual producción goleadora: 14 tantos en todas las competiciones.

Si el Benfica puede este año levantar la triple corona -ya campeón de Liga- es en gran parte gracias a su excelente rendimiento defensivo, especialmente el de sus centrales titulares: Luisao y Garay.

El capitán Anderson Luis da Silva, Luisao, es el líder absoluto de la zaga, a la que aporta pujanza en los balones aéreos gracias a sus 192 centímetros y eficacia en el corte fruto de su excelente colocación y serenidad.

Con once años de experiencia en el Benfica, más que ningún otro jugador del actual plantel, y más de 400 encuentros acumulados con el águila al pecho, el central, de 33 años, ha sido un fijo para todos los entrenadores que han dirigido al club lisboeta la última década.

El español Quique Sánchez Flores, que ocupó el banquillo de La Luz en la 2008-2009, llegó a decir de él que era su "guardaespaldas en el terreno de juego".

Y con el actual técnico, Jorge Jesús, su rol ha ganado aún más peso. El entrenador portugués, de 59 años, se ha rendido a su juego, especialmente esta temporada: "Creo que Luisao está como nunca: es el mejor año que está haciendo", dijo del internacional brasileño a inicios de este año.

Integrante de la selección de Brasil en los mundiales del 2006 y el 2010, el antiguo defensa del Cruzeiro de Belo Horizonte ha marcado este curso seis tantos, repartidos en las cinco competiciones oficiales: Liga, Liga Europa (2), Liga de Campeones, Copa de Portugal y Copa de la Liga.

Su incorporación en las jugadas a balón parado preocupa tanto a las defensas contrarias, que sufren para frenar los más de 1,90 metros de altura del central, como a los atacantes, a los que frustra con frecuencia.

Antológico fue el gol que salvó con la cabeza en la vuelta de Liga Europa contra la Juventus de Turín, cuando limpió, con un poderoso salto y bajo palos, un remate del chileno Arturo Vidal.

Además, es especialista en anotar goles cruciales. Por el que más se le recuerda el por el del 2005, cuando un cabezazo en los últimos minutos tumbó al Sporting de Lisboa y dio el trigésimo primer título liguero al Benfica.

Esta misma temporada, marcó otros dos decisivos. En la prórroga de los octavos de final de la Copa de Portugal, también contra el Sporting, y el pasado 7 de mayo en la final de la Copa de la Liga, el 2-0 ante el Río Ave.

Sus tantos en la presente Liga Europa también han allanado el camino hasta la final de Turín contra el Sevilla. En los octavos de final contra el Tottenham marcó dos en White Hart Line.

El habitual colega de Luisao en la zaga es Ezequiel Garay, el defensa argentino que dejó el Real Madrid por el Benfica en el verano del 2010.

Considerado como uno de los centrales con más mercado de Europa y fijo con su selección, la habilidad goleadora del ex Newell''s Boys ya era muy conocida de su etapa en la Liga española. Con el Racing de Santander, sumó nueve aciertos en la 2006-2007.

En el Benfica no se encarga de batir los libres directos, como hacía en el Racing, pero su capacidad de remate, tanto con la cabeza como con los pies, sigue intacta.

En el campeonato local que acaban de ganar "las águilas" ha sumado seis goles, más otros dos en la Liga Europa, el último en la ida de las semifinales ante el Juventus de Turín.

Garay, con casi 1,90 metros de altura, garantiza solvencia por arriba, y sobresale también por su rapidez y agilidad a la hora de desarmar ataques contrarios. Su razonable técnica le permite, además, una salida del balón aseada.

Tanto Luisao como Garay presentan otra estadística anormal para dos centrales que han disputado más de una treintena de encuentros esta temporada: cada uno acumula apenas cuatro amarillas y ninguna roja.