El Lugo es el ejemplo perfecto de la igualdad máxima que hay en la Liga Adelante, en la que se encuentra a la misma distancia de la zona de descenso que de los puestos de promoción de ascenso, solo tres puntos, después de 30 jornadas disputadas, a doce citas para el final del campeonato.

El equipo que entrena Quique Setién se ha instalado en el ecuador de la categoría de plata después de haber encadenado en Córdoba este domingo su quinto encuentro sin ganar.

El conjunto rojiblanco ha encogido su colchón de puntos sobre el descenso, pero sigue a una victoria del sexto clasificado y su técnico ya ha pronosticado que hasta los cuatro o cinco últimos encuentros de la temporada no habrá nada decidido ni por arriba ni por abajo.

El Lugo se las prometía felices en la primera vuelta del campeonato, en la que llegó a ser segundo, pero en las últimas dieciséis jornadas solo ha sido capaz de aportar quince puntos a su cuenta, en la que ahora acumula 40.

Los gallegos solo han podido lograr tres victorias (Numancia, Barcelona B y Zaragoza), las dos primeras de forma consecutiva.

Después de haber derrotado al Zaragoza el 8 de febrero, el Lugo no ha vuelto a ganar: perdió 6-0 en su visita al Girona, cayó 1-3 con el Tenerife y ha empatado los tres últimos encuentros ante Las Palmas (0-0), Real Madrid Castilla (1-1) y Córdoba (1-1).

La lectura positiva es que no pierde desde hace casi un mes; la mala, que no gana desde hace casi mes y medio, una dinámica que intentará cambiar ante el Recreativo de Huelva el próximo sábado en el Anxo Carro.