El Tenerife está en dinámica negativa. No hay ninguna explicación razonable para que este tipo de situaciones influyan incluso sobre la suerte, pero es así. Y hay que aceptar que cuando coges la bajada, el poste va a rechazar hacia fuera los mismos remates que le entran a tus rivales. Ahora bien, las dinámicas no caen del cielo: se construyen acumulando aciertos y errores. Y el Tenerife, que tiene un envoltorio más que decente de un área a la otra, se queda una y otra vez en el umbral del resultado que merece, porque no mete las ocasiones que genera, ayer cuatro claras, y luego es frágil en su área hasta el punto de regalar acciones como la del gol del Mallorca, en una jugada que requería una respuesta más simple de Llorente, otra colectiva para tapar la segunda jugada y, finalmente, el mínimo acierto de Sergio para no soltar de las manos aquél sencillo balón que centró Thomas.

Es solo un error en el contexto de un partido muy bien defendido en conjunto, pero tiene valor gol y hace la diferencia. Por si fuera poco, la alocada acción de Moyano, conduciendo indebidamente la pelota por el medio y autoexpulsándose con una entrada desmedida, dejó al equipo con 10 y evidenció otra vez que los pequeños detalles definen el verdadero nivel de un equipo. El Tenerife hace cosas de equipo de Segunda y otras con nivel de Segunda B... Álvaro no tiene culpa de eso.

Lo que depende de Cervera es irreprochable. El Tenerife fue superior en todo lo demás. Salió un poco temeroso y pasó 15 minutos en los que el Mallorca manejó la pelota en tres cuartos con superioridad en el medio (la que le daba Alfaro al meterse por dentro y abrir camino a Ximo), pero cuando los volantes locales ajustaron la presión, el equipo blanquiazul empezó a mandar. Álvaro colocó a Aridane en tres cuartos para que recogiera todo el juego largo y lo bajase cerca del área. Así liberaba a Ayoze y le daba la opción de jugar en velocidad uno contra uno con un solo central. El canterano fue el mejor en la primera parte, se fue como quiso con sus controles orientados, se metió en el área y creó desequilibrio. Una jugada suya la remató Aridane contra Nunes y el rechace lo estrelló en el poste Raúl Llorente cuando Miño ya estaba batido (18''). El meta mallorquinista se encontró el rechace posterior, de la misma manera que sucedió con el cabezazo de Carlos Ruiz (25'') a la salida de un córner. Esas dos ocasiones y la pujanza del Tenerife en el juego fueron las expresiones de una realidad en el campo: el Tenerife crecía, de la mano de un Ricardo pletórico, en la misma medida que un Mallorca sin alma menguaba. Los visitantes tienen un desequilibrio distinto. Propio de ricos. Se caen hacia delante por la calidad de sus atacantes, pero no entran en la pelea (salvo Thomas) y parece que no han terminado de aterrizar en Segunda.

El Mallorca entra en la larga lista de equipos que pasan por el Heliodoro sin tirar una sola vez a puerta en la primera parte. Eso habla de la consistencia defensiva del Tenerife, que ayer solo quebró por un exceso indebido de Raúl Llorente. El gol del Mallorca, en el 62'' no venía a cuento, porque los visitantes ni siquiera habían pisado el área local, pero aprovecharon el regalo. Solo dos minutos antes Oltra, leyendo la situación, quitó a Alfaro, pasó a uno de sus puntas a la izquierda y dio entrada a Martí, para dibujar un 4-3-3 que le diera más consistencia en el medio.

Con 0-1 el partido revivió por la respuesta briosa del Tenerife. Y aparecieron esos signos de dinámica adversa. Otra vez la pareja Aridane-Ayoze fabricó la ocasión del empate, el grancanario tocó de cabeza y dejó solo al canterano, que tiró contra el cuerpo de Miño en el mano a mano. Era el 70''. Solo tres minutos después el guión perverso tocó techo: Ayoze corrió un balón perdido, Bigas falló y el delantero salvó por bajo a Miño, la pelota se paseó por delante de la meta y fue a tropezar con el interior del poste, Nunes corrió cuidadoso para no meterla en propia meta y acabó sacándola. Frustrante.

Camino del final, los síntomas de mediocridad se acentuaron con otra acción asilada, individual, "disculpable", pero demostrativa de cómo es tu equipo: Moyano salió conduciendo por el medio, lento, perdió el balón y respondió con una entrada brutal que le costó la segunda amarilla. Con 10 hombres, a un cuarto de hora del final, Álvaro cerró con tres defensas, el Mallorca se encerró (no sacó ni una contra en superioridad) y hasta acabó con 5 defensas. El Tenerife cercó a su rival y forzó córners y faltas pero en las más potables no estaba Loro, que entró demasiado tarde.

tenerife-MALLORCA

CD Tenerife: Sergio Aragoneses, Javi Moyano, Bruno, Carlos Ruiz, Raúl Llorente; Íñigo Ros, Ricardo; Suso, Chechu, Ayoze Pérez y Aridane. En el minuto 61, Aday Benítez sustituyó a Chechu. En el 66'', Kike Rivero entró por Íñigo Ros y en el 84, Luismi Loro por Ricardo.

RCD Mallorca: Miño (2); Miguel García (1), Nunes (1), Bigas (1), Ximo (1); Nsue (0), Thomas (2), Íñigo Pérez (1), Alfaro (1); Víctor (0) y Gerard Moreno (1). En el minuto 60, Martí (0) entró por Alfaro; en el 76'', Aki (0) por Gerard Moreno, y en el 87, Agus (s.c.), en lugar de Íñigo Pérez.

Árbitro: Fernando López Acera (Comité extremeño). (2). Acertó en las dos jugadas clave de apreciación, al anular el gol de Aridane por fuera de juego (25'') y al no señalar penalti en la caída de Suso (58''), porque Alfaro no lo toca. En el aspecto disciplinario solo cometió un error: perdonó una amarilla al visitante Thomas (44'') que, más tarde, hubiera significado su expulsión. Expulsó por doble amonestación al local Moyano (75''). Mostró cartulina amarilla a Iñigo Ros (64''), y a los visitantes Miño (80''), Alfaro (29''), Nunes (32''), Íñigo Pérez (34''), Aki (77''), Miguel García (91''), Bigas (68'') y Thomas (83'').

Goles: 1-0, m. 62: Centro de Thomas, falla Sergio y Gerard, casi sin querer, envía a la red.

Incidencias: Partido de la novena jornada del Campeonato de Liga Adelante, Segunda División A, disputado en el Heliodoro Rodríguez López ante 9.960 espectadores. Tarde agradable y césped en aparentes buenas condiciones. El partido fue ofrecido por la Televisión Canaria. Ambos equipos lucieron sus uniformes habituales. Antes de comenzar el encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria del exjugador Quico Castro, fallecido ayer. Los jugadores locales lucieron crespón negro en señal de luto.

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