Tras unos meses "duros", Ona Carbonell (Barcelona, 1990) afronta con madurez su estreno como capitana de la selección española de natación sincronizada, un equipo que, pese a los cambios en su estructura técnica, continúa con la ambición de "innovar y sorprender" en el Mundial de Barcelona.

La nadadora catalana parece no tenerle miedo al liderazgo y, en una entrevista concedida a Efe, se muestra muy segura de sus posibilidades en su estreno como solista después de la retirada de su compañera y amiga Andrea Fuentes.

"Ahora he tomado el relevo de Andrea. Son los cambios que te da la vida. Hace mucho tiempo que me preparo como solista, he sido toda la vida solista ''júnior'', subcampeona del mundo. Tengo que ir poco a poco, pero estoy con confianza", relata.

Su estreno como solista estará lleno de simbolismo, pues la canción escogida es "Barcelona", tema con el que Freddy Mercury y Montserrat Caballé maravillaron a todo el mundo para dar la bienvenida a la candidatura de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.

"En la selección española, como siempre, innovamos. Esta canción es muy arriesgada porque es una música tan increíble que estar al nivel del tema de Montserrat Caballé y Freddy Mercury ha sido muy difícil para mí", subraya.

Para perfeccionar su técnica, Carbonell no ha estado sola. La pionera de la sincronizada Gemma Mengual la ha acompañado día a día para crear los movimientos de la coreografía, mientras que para ahondar en las esencias musicales ha tenido la oportunidad de reunirse con la soprano catalana.

"Montserrat Caballé me ha explicado lo que sintió ella al cantar esta canción. Así, podré expresar al máximo mis sentimientos, la presencia y esto me está ayudando mucho para intentar estar al nivel de esta canción. Quiero que todo el Palau Sant Jordi se emocione", expresa confiada.

Su ambición sin limites parece haberse solidificado tras unos meses que, según reconoce, han sido "muy complicados". El despido de la seleccionadora Anna Tarrés y el adiós prematuro de la jefe de filas Andrea Fuentes convulsionaron a un equipo que ha tenido que "aislarse y centrarse" en el deporte para olvidarse de cuestiones extradeportivas.

"Ha sido muy difícil, ha sido muy duro, pero hemos aprendido todas mucho. La lección principal es que el deportista se tiene que centrar sólo en el deporte y nosotros lo hemos hecho, nos hemos centrado en el agua. Todo lo que estaba fuera del deporte no le hemos hecho caso", explica.

La sirena catalana, que llevaba unos cuantos años entrenando bajo la batuta de Tarrés, aceptó con naturalidad la llegada del nuevo equipo técnico capitaneado por Esther Jaumà porque, según opina, "todo cambio es positivo" y le ha permitido conocer otras maneras de trabajar.

El cambio se ha percibido, por ejemplo, en el estilo de algunas de las rutinas que se verán en el campeonato de la capital catalana: "Son coreografías muy distintas. La del equipo es una coreografía muy rápida, el solo es muy especial. Lo importante es que seguimos con la línea de innovar, buscando la originalidad de expresión, de presencia. Esperamos que sorprenda".

Su nuevo papel como capitana implica una responsabilidad añadida que se percibe, también, en cómo afronta la rutina de dúo que, tras años compartiéndolo con Andrea Fuentes, en Barcelona estrenará el ejercicio con su nueva pareja, la mallorquina Marga Crespí.

Si bien reconoce que la química con Crespí tiene que ir mejorando "poco a poco", la exigencia de Carbonell es máxima. El objetivo no es otro que igualar los siete metales de Londres en Barcelona y prepararse para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

"Debemos trabajar duro para llegar a tope a Río 2016. Ahora tenemos el Mundial que nos servirá para perfeccionar detalles y hacer un dúo potente", concluye Carbonell.