La selección española femenina de baloncesto se jugará mañana el pase a la final del Campeonato Europeo de Francia, la tercera de su historia en el torneo continental, ante Serbia, que se ha convertido en la sorpresa de la competición.

España, que ayer sumó su séptima victoria consecutiva en el torneo al derrotar a la República Checa por 75-58, disputará la semifinal después de cuatro años sin acceder a ella.

Las españolas buscan una tercera oportunidad de conquistar el título. En 1993, se proclamaron campeonas ante Francia y, en 2007, fueron subcampeonas ante Rusia, en ambas ocasiones en Italia.

Su rival será una selección serbia que se ha convertido en la revelación, tras firmar una gran segunda fase y conseguir el billete a semifinales después de vencer a Italia en un partido épico (85-79).

Las de Lucas Mondelo, cuya efectividad en el torneo es del 100% (7 victorias en 7 partidos), tienen las estadísticas previas de su parte. Su media de anotación es del 71,9% frente al 64,7% de las serbias, así como en rebotes totales (40,1 a 35,9) y asistencias (15,6 por 10,4), donde también dominan las españolas.

Serbia, cuya última participación en un europeo fue en Italia en 2007, parece haber encontrado en este Eurobasket un proyecto competitivo, que cuenta con la baza de su entrenadora, Marina Maljkovic, hija de la leyenda de los banquillos Bozidar Maljkovic.

Otro punto fuerte de las balcánicas reside en la buena conjugación de la juventud de jugadoras como Ana Dabovic, Jelena Milovanovic o Sara Krnjic con la de veteranas como Milica Dabovic o Ivanka Matic.

Matic, la más experimentada del plantel serbio, aprovechará su experiencia en equipos de élite y su rebote ofensivo para desestabilizar el juego de sus rivales, lo que se convertirá en uno de los principales obstáculos contra los que tendrá que luchar la selección española.