Ópera de Tenerife presenta “Turandot” (1926) por tercera vez en el Auditorio de Tenerife, última obra del compositor italiano Giacomo Puccini (1858 – 1924), en tres funciones que adaptarán los personajes a las características de los cantantes para potenciar su presencia en escena.

Las funciones, previstas para los próximos 19, 21 y 23 de marzo en el Auditorio de Tenerife, también mostrarán un trabajo conjunto y “en sintonía” de las direcciones musicales y escenográficas, porque ambos responsables han entendido e interpretado “del mismo modo” a Puccini.

Así lo ha expresado este viernes en rueda de prensa el director de escena, Giuseppe Frigeni, quien ya trabajó en la última función de la ópera del compositor italiano en Tenerife en el 2007, que dejó “una muy buena impronta en el tiempo”.

Esas “pequeñas diferencias” provocarán, ha dicho el escenógrafo, una mayor presencia del personaje de Liù, dado el potencial interpretativo de su intérprete, Alexandra Grgoras, alzada como un “alter ego de la princesa Turandot” siempre presente.

Frigeni también ha reinterpretado el papel y la coreografía de tres personajes muy importantes que no dejan de bailar durante la obra, Ping, Pong y Pang, según las prestaciones de los artistas, para potenciarlas y evidenciarlas todo lo posible sobre el escenario.

Turandot (interpretado por la soprano Tiziana Caruso), así como Calaf (Calo Ventre) o Timur (Carlo Malinverno), han sido igualmente modificados según las “conceptualidades” del también diseñador de luces.

Tanto Frigeni como el director musical, Giampaolo Bisanti, han destacado la sintonía durante la preparación conjunta de las funciones, ya que han interpretado del mismo modo al maestro italiano, como el precursor de la música del siglo XX y sin “sentimentalismo italiano”.

Un Turandot en el que, según Basanti, se notan las influencias de otros compositores como Félix Mendelssohn (1809 – 1847) o Bela Bartok (1881 – 1945), quienes convirtieron poco a poco “al Puccini del siglo XIX en el del siglo XX”.

El director italiano ha resaltado la peculiaridad de “Turandot” pues, a su juicio, es incomparable con el resto de la obra de Puccini, del mismo modo que la comedia lírica “Falstaff” lo es en el repertorio del también italiano Giuseppe Verdi (1813 – 1901).

Basanti ha destacado asimismo la condición de “obra colosal” de “Turandot” y la muerte de Puccini, que dejó a la obra sin final, aunque en estrenos posteriores se ejecutó la obra entera, como será el caso de las funciones de la próxima semana.

Por su parte, el intendente de Ópera de Tenerife, Alejandro Abrante, ha incidido en la “gran complejidad” de la obra, pues requiere de “muchas personas” detrás y sobre el escenario, como “un coro de 80 personas, una banda o una orquesta enorme”.

El director insular de Cultura, José Luis Rivero, ha celebrado la vuelta de la obra al Auditorio de Tenerife, que no se representaba desde el 2007, y se ha mostrado orgulloso de poder contar con un plantel “de primera línea”.