Canarias recordó ayer a Agustín Espinosa, protagonista del Día de las Letras Canarias 2019, en un acto conmemorativo celebrado en Los Realejos, el municipio donde vivió y murió este gran escritor cuya "literatura es una apuesta seria y apasionada por conquistar y transformar el mundo a través de la palabra".

Así lo describió el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, durante el acto, en el que también varios estudiantes leyeron fragmentos de su obra y se puso en escena una representación en torno a su singular figura.

También asistieron los hijos de este referente de las vanguardias en Canarias, Joaquín y Agustín Espinosa, así como del viceconsejero de Cultura, Aurelio González, y el alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez. Todo se desarrolló en la plaza que lleva el nombre de Viera y Clavijo, cuya fecha de fallecimiento marca cada año la efeméride del Día de las Letras Canarias.

Fernando Clavijo valoró "el gran fuerza y originalidad de su talento expresivo" y señaló que "dentro de Espinosa había muchos Espinosas. Estaban el profesor enamorado de la enseñanza, el escritor y el agitador cultural", además de ser un referente de la vanguardia en Canarias y el filólogo que recogió, estudió y publicó por primera vez una parte sustancial del romancero canario que todavía era recitado por los pueblos y los campos isleños. Estaban un ensayista, un poeta, un narrador y un gran crítico de la literatura y las artes plásticas".

Durante el acto, el hijo menor del autor, llamado como él, Agustín Espinosa, recordó el legado de su padre y agradeció al Gobierno que se le haya dedicado esta edición de las Letras Canarias.

El alcalde de Los Realejos ensalzó la figura de Viera y Clavijo y animó a la lectura de su obra. Concluyó su intervención con un fragmento de "Sobre el signo de Viera", un ensayo de Espinosa sobre la figura del polígrafo.

Seis estudiantes de tres institutos de Los Realejos leyeron fragmentos de sus obras. Los textos elegidos para este homenaje fueron extraídos de Crimen, Lancelot 28º-7º y los Poemas a Mme. Josephine.