A la espera de que alguien les "alquile" un espacio en Cataluña, la compañía Els Joglars desembarca en el teatro María Guerrero de Madrid con "Señor Ruiseñor", una obra que con el pintor Santiago Rusiñol como protagonista pone en "solfa" algunos tabúes de la sociedad como las "patrias identitarias".

Aunque "oficialmente" nadie ha vetado en Cataluña la obra "Señor Ruiseñor", según ha expresado hoy el dramaturgo Ramón Fontserè durante la rueda de prensa en Madrid, la realidad es que solo la han subido a las tablas de Barcelona en dos ocasiones y "fue un fracaso".

"Por suerte fuera de Cataluña esta obra funciona muy bien", ha declarado el director teatral catalán, quien da vida también a Rusiñol, este pintor que "muchos" creen que es de Aranjuez, ya que se encargó de pintar los jardines de esta población madrileña donde le llamaban "Ruiseñor", de ahí el nombre de la obra.

Y ahora, con el objetivo de llegar a "cuantos más públicos mejor", desde mañana y hasta el día 27 esta dramaturgia de Fontserè, con la colaboración de Dolors Tuneu y Alberto Castrillo, estará en el escenario del María Guerrero, donde llega tras pasar por Valladolid y Zaragoza. "No depende de nosotros; si nos llaman de Waterloo (Bélgica) vamos", ha bromeado el dramaturgo.

En "Señor Ruiseñor", Els Joglars han hecho suya la vida del pintor catalán Santiago Rusiñol (1861-1931) para crear un texto de ficción sobre un jardinero con reuma que es trasladado al Museo Rusiñol para interpretar el papel de este artista burgués en unas visitas teatralizadas, pero durante esta tarea se topa con un nuevo patronato que quiere crear allí un Museo de la Identidad Integradora.

"Es un espectáculo tratado con nuestro estilo, con humor, sátira, creemos que la base de nuestro oficio es esto, con el máximo ingenio, gracia y malicia poner en solfa los tabúes de la sociedad (...) hablar de un artista nos permite hablar de la sociedad y poner el dedo en la llaga", ha expresado Fontserè.

Pero también con la figura de Rusiñol de por medio representan una Cataluña que es la "antítesis de lo que es ahora": "Era un hombre que reivindicaba el arte como patria universal y se enfrentaba a las patrias identitarias", ya que era un "destructor de los fanatismos".

Con los actores Juan Pablo Mazorra, Rubén Romero, Pilar Sáenz, Dolors Tuneu y Xevi Vilà como parte del reparto, Tuneu también ha recordado que desde que en 1961 -fecha en la que Albert Boadella, Antoni Font y Carlota Soldevila fundaron la compañía catalana- "siempre ha tenido problemas".

"Lo que intentamos -ha añadido- es mantener el espíritu libre y poner foco en lo que nos parece que pasa desapercibido con una mirada crítica y satírica. El teatro es una forma higiénica de reflexionar".

En este sentido, Turneu ha dicho que en la actualidad hay un "exceso" de lo "políticamente correcto", algo que "no ayuda al humor": "lo importante es no olvidar que lo que hacemos es teatro. Si nos cargamos el sentido del humor es perjudicial para la sociedad".

Una idea que comparte Fontserè al afirmar que, aunque "cada vez hay menos libertad", lo "importante es no tener autocensura como artistas".

Con una escenografía "funcional", en la que se le da importancia al actor, "Señor Ruiseñor" -que se sitúa durante la creación del cuadro "La morfina"- confronta el nacionalismo catalán y el mundo del pintor de forma muy visual mediante coreografías y proyecciones de sus propios cuadros.