El artista tinerfeño Miguel González (Santa Cruz, 1961) hace ya muchos años que se decantó por la acuarela y el dibujo, aunque a veces le da toques con pastel y tinta, para dar rienda suelta a esas inquietudes plásticas que plasma en una obra que define como realismo romántico. El Círculo de Amistad XII de Enero de Santa Cruz acoge, hasta el 15 de diciembre, una colección integrada por cuarenta cuadros entre paisajes, bodegones y figuras.

Marinas de Punta del Hidalgo, o el Muelle de Los Cristianos, plazas como la de Weyler en Santa Cruz o la del Adelantado en La Laguna, naturaleza como unas pencas con higos rojos, un conjunto de caramelos y piruletas, una verdadera filigrana casi hiperrealista, o una vieja cafetera con un aire más intimista, detalles de una vieja puerta, además de algún tema costumbrista con casas típicas rurales, tipo Bonnín, entre otros motivos, conforman esta nueva entrega bianual del pintor.

González, al que algunos tildan como el "nuevo Bonnín", algo que él no comparte aunque lo considera un halago, se declara enemigo del hiperrealismo, de fusilar el tema que tiene delante y plasmarlo tal cual porque desde su punto de vista siempre hay que buscarle algo más a la pintura, en la que vuelca sus sentimientos y estados de ánimo, además de conseguir frescura.

Este inquieto pintor hace tiempo que domina, tras un lento deambular, la difícil técnica de la aguada. "Es una técnica muy depurada sin ningún tipo de pretensiones porque, a veces, puedes utilizar mucho el efecto, elementos exteriores que ayuden a la técnica. Soy muy purista en cuanto al trabajo con la técnica de la acuarela".

También reconoció que no se ha marcado ningún reto como acuarelista, "te lo va dando el tiempo. No tengo retos ahora mismo", aunque sí le gustaría trabajar más la figura humana, que ya la ha hecho en otras exposiciones, pero sobre todo se ha centrado en la riqueza del paisaje que ofrecen las islas, además del retrato, otro de sus dominios, o el desnudo.

"La figura humana la trabajo sin dificultad, pero no sé, como que ya llegará. No me preocupo por eso. Hoy en día con las tendencias la gente tiende a ir hacia un sitio u otro. Yo no, porque en el momento que te complaces con lo que haces te vas a pique. El reto es seguir trabajando, investigar".

El propio artista aseguró que ha notado algunas "novedades" en esta colección que presenta en Santa Cruz, como ha sido el tratamiento de la luz. "Diría que en esta exposición domina la luz en un ochenta por ciento, el resto es dibujo. He abandonado el dibujo más de lo que hacía otras veces, las formas y el ambiente y me he dedicado más a la luz. Está claro que en esta exposición domina la luz en vez del dibujo, aunque me encanta el dibujo. Hay como un pequeño cambio. Otras veces me he inclinado más hacia unas acuarelas más intimistas y en estas es luz", matizó.

En este sentido, también aprecia un cambio en la paleta de colores que utiliza para conseguir esa luz. "El color tiene más fuerza, más potencia, van más hacia una calidez. Otras veces, en la temática de la humedad, eran colores más fríos, ahora incluso los temas de La Laguna los he hecho con chorros de luz, luminosos..."

Miguel

González

artista plástico