La exposición "Taganana" se inauguró ayer en el Centro Cultural de Taganana. Podría ser una muestra más de tantas que se exhiben a lo largo del año en las salas de la capital tinerfeña, sin embargo esta exposición presenta la particularidad de que se desarrollará, hasta el 29 de diciembre, en el distrito más singular de S/C de Tenerife: Anaga.

Singularidad que viene marcada por su distancia respecto al centro de la ciudad (24 kilómetros), por la sinuosa carretera, que se inauguró en 1968, que presenta peligros de desprendimientos, por su abrupta geografía, y por su escasa población (hay censadas 11.919 habitantes en el distrito de Anaga y 489 personas en Taganana). Por estas y otras razones Taganana se encuentra actualmente en riesgo de exclusión, pero no siempre fue así, ya que en el siglo XVI ocupó un lugar preponderante en la historia y economía de Tenerife.

La muestra "Taganana", comisariada por Antonio Díaz Jerez, rescata esta historia y ofrece un viaje a través del primer siglo de vida del pueblo tagananero después de la conquista realenga. Taganana se fundó en 1501 y sus datas de poblamiento fueron otorgadas a familias de ascendencia francesa que procedían de Lanzarote y Fuerteventura. En esta región la data estuvo vinculada a la creación de la infractructura necesaria para desarrollar un ingenio de azúcar, que se puso en marcha en 1506 bajo las órdenes del portugués Diego de Sardinha. A partir de ese momento se empiezan a tejer una serie de redes comerciales, sociales, políticas y culturales propiciadas por esta actividad.

"La actividad del comercio del azúcar modificó el paisaje tagananero, se crearon aterrazados, se canalizó el agua, se crearon caminos? En un corto espacio de tiempo se produjeron cambios significativos en el paisaje de Taganana", comenta Díaz Jerez. "Todavía perduran construcciones del siglo XVI, por ejemplo, la nave principal de la iglesia de Santa María de Las Nieves conserva su volumen original. También se conservan métodos de cultivo como los aterrazados, muros o urbanismos como el Camino de Las Vueltas. Se piensa, aunque no lo he podido corroborar, que en el camino de Portugal se conserva la casa de Diego de Sardinha", agrega el arquitecto tinerfeño.

Este comercio, que se mantuvo hasta 1570, conectó este pueblo con numerosos puertos de Portugal, Flandes o Génova, de tal manera que el influjo de estas regiones, sobre todo, la portuguesa, influyó en la arquitectura y urbanismo de Taganana. Arquitecturas hoy visibles como la zafra o el molino de ingenio fueron construidas por carpinteros y artesanos lusos. Asimismo, el Tríptico de La Adoración a los Reyes Magos, ubicado en la iglesia de Nuestra Señora de Las Nieves, surge de la Escuela de Amberes y de la mano de Marcellus Coffermans.

"Taganana" es un proyecto multidisciplinar que emplea diferentes lenguajes gráficos como mapas, fotografías o maquetas. Soportes mostrados por medio de herramientas paramétricas que ofrecen una gran precisión y minuciosidad de detalles. "La escenografía de la muestra invita al espectador a entrar en una especie de cueva y aislarse del exterior, reflejo de la propia idiosincrasia de Taganana", apostilla Díaz Jerez.

Segunda fase

La muestra se divide en dos fases. La primera fase tiene como objetivo contactar con los vecinos y que estos se involucren con el proyecto para sumar conocimiento popular. De tal manera que las maquetas, cartografías e ilustraciones son un prototipo de lo que se desplegará físicamente sobre el territorio tagananero en la segunda fase. Segunda fase que consistirá en desplegar sobre Taganana todos los contenidos de la primera parte para mostrar "in situ" el patrimonio cultural y natural de esta región. Esta segunda parte, que previsiblemente se desarrollará en julio del 2019, se centrará en los tres grandes comercios que existieron en esta región: la caña de azúcar, la viña y la orchilla. Y se prolongará hasta el siglo XX.

El comercio vinícola

Retomando el siglo XVI, a principios de esta centuria surge el comercio vitícola, que se mantiene hasta nuestros días, que generó lagares, bodegas o embarcaderos, que se repartían a lo largo de la costa y que dan nombre a enclaves como Roque de Las Bodegas. De tal manera que en 1520 se inaugura el Puerto de Tachero. Otro de los comercios que dejó una profunda huella en esta región fue la recolección de orchilla, cuyo cénit se alcanzó en la centuria del XVIII. Este liquen desempeñó un papel crucial en las vestimentas de las élites sociales entre los siglos XV y XIX, y su recolección era llevada a cabo por esclavos o campesinos.

Un reflejo del pueblo

"Hasta el momento la gente que se ha acercado al Centro Cultural de Taganana está bastante ilusionada de que se exhiba una exposición en su propio pueblo, ya que generalmente los documentos sobre su historia se encuentran fuera de aquí", apunta Antonio Díaz Jerez, que se ha documentado leyendo "Las Datas de Tenerife", de Elías Serra Ràfols, entre otros documentos. En definitiva, la exposición refleja la notoria repercusión internacional que ha tenido este peculiar enclave de la isla en el comercio trasnacional a lo largo de la historia.