La sexta edición del Festival Internacional Tenerife Shorts ofreció, entre el 29 de noviembre y el 2 de diciembre, 44 cortometrajes y un largometraje, incluyendo lo más selecto del panorama internacional. San Sebastián, Clermont-Ferrand, Annecy, Venecia, Sundance o Locarno fueron algunos de sus festivales de referencia, lo cual es sinónimo de calidad.

José Cabrera, su director, siempre garantiza una programación rigurosa. El día inaugural se reservó para las obras canarias. Previamente se proyectó en Tenerife Espacio de las Artes el cortometraje "Fry Day", un trabajo estadounidense que gravita sobre el final de la adolescencia. Elegante. El centenar de personas que se congregó para visionar las piezas canarias pudieron ver cinco obras dispares. "Ángel caído", de Miguel García Morales, es "un cortometraje que nace de las tripas", en sus propias palabras. Morales ofrece en siete minutos una investigación experimental y crítica sobre la escultura dedicada al dictador Francisco Franco ubicada en el centro de la capital tinerfeña en pleno debate sobre dónde situar sus restos mortales. El empleo de la música de Los Sabandeños, entre otros sones, lo sitúa en una fina línea de ironía.

Por su parte, "El mar inmóvil", de Macu Machín, supone un ejercicio de cine reflexivo sobre los salineros y cómo su trabajo ha modificado el paisaje. En esa misma línea se sitúa "En esas tierras", de Nayra Sanz Fuentes, que a través de un lenguaje poético y contemplativo, reflexiona sobre el choque cultural entre Occidente y Oriente, focalizado en España. Un trabajo complejo que hace uso de diversas capas de historia y de elipsis temporales. "La muñeca rota", de Daniel León Lacave, profundiza en el espinoso tema de la explotación laboral infantil. Un filme de pocas palabras, en el que las imágenes lo cuentan todo. Cerró la sección canaria "Las otras camas", de Jonay García, cuyo argumento, la necesidad de contacto sexual de las personas discapacitadas, sacude moralmente y físicamente.

Largometraje inaugural. La novedad de esta nueva edición de Tenerife Shorts consistió en exhibir el largometraje "En busca del Óscar", de Octavio Guerra. La coartada es que el director grancanario participó en la segunda edición con el cortometraje "La máquina de los rusos". Una idea acertada. La nueva película de Guerra, que se rodó sin guion, y cuyo rodaje se ha dilatado durante cuatro años en diversos festivales de cine del mundo es una divertida crítica a la crítica cinematográfica instalada en la industria del cine. A través de la figura del crítico de cine argentino Óscar Peyrou, que hace una crítica "objetiva" de las películas sin verlas, tan solo viendo el cartel y la prosodia de los nombres del elenco. Consiguió hacer reír al público asistente.

Panorama internacional. Respecto a los cortometrajes internacionales se estrenaron 21 piezas en España, lo cual es un plus de este certamen cinematográfico. Proliferó el cine crítico, reflexivo y de denuncia. Aunque también hubo cabida para la comedia. En este sentido, el filme que propició más risotadas fue el belga "Vitha", que gracias a sus imágenes surrealistas y el nudismo forzado de sus personajes consigue divertir, a la par que reflexionar sobre la precariedad laboral. Descacharrante. También hizo reír "The Voice Over", un divertido cortometraje vertical que se mofa de los clichés cinematográficos. Gracioso.

Tras la mayoría de las proyecciones el público aplaudió con entusiasmo salvo en piezas como la cinta de animación británica "Good Intentions". Silencio sepulcral tras su pase. Insustancial. Tampoco despertó muchas simpatías el documental "The Ambassador''s Wife", que gravitaba sobre las jerarquías de poder. Plúmbeo.

El documental estuvo muy bien representado con obras tan interesantes como la británica "Dogma", que contó con la presencia de su director Francesco Rufini. Un estudio antropológico de la fauna humana a través de sus canes. Variopinto. Otro documental que ahondó en la psique humana fue el hispano-suizo "Los que desean", que se centra en un grupo de colombófilos. De nuevo los animales son una excusa para analizar el comportamiento humano. Inaudito. Para concluir, la pieza suiza "All Inclusive" ofreció un ramillete de imágenes poderosas de un crucero masificado. Hipnótico. Y el documental israelita "The Men Behind the Wall" utiliza la aplicación de cariz sexual Tinder como mosaico sociológico de la ciudad de Cisjordania. Sorprendente. Oso de Oro en la Berlinale.