Presentó a concurso en la final de Mejores Arroces 2018, celebrada recientemente en la ciudad de León, una composición en la que el grano estaba acompañado por conejo, castañas y hongos, apropiada para la época y bien ligada con el ciclo natural de estos productos.

Su participación resultó destacada y así se lo hicieron saber los miembros del jurado. Esta es la segunda ocasión en la que representa a Canarias a nivel nacional, aunque a la postre el premio entre los seis concursantes regionales le correspondiese a la chef Catalina Pons, de Els Fogons de Plaça, con un arroz carbonero, un arroz caldoso de subsistencia, a base de carne y verduras, con coliflor y la papa como dos de sus ingredientes más característicos.

José Antonio Casado (Santander, 1973) lleva dieciocho años establecido en Tenerife, donde oficia como jefe de cocina en el restaurante Gula, en Playa de las Américas (Adeje), uno de los locales más reconocidos, además de su papel como chef ejecutivo de la cadena.

Lo del arroz no es nuevo para él. "Aquí, en Gula, siempre lo hemos trabajado bastante bien", explica, aparte que durante diez años ofició como maestro arrocero "y de aquella experiencia, alguna cosita aprendí", afirma.

En cuanto al potencial que atesora la gastronomía canaria como atractivo turístico, José Antonio Casado explica que "en nuestro restaurante trabajamos con alrededor de un 85% de clientes que son turistas", lo que da idea de la importancia que los visitantes representan para un negocio que se encuentra enclavado en el complejo de Parque Santiago.

La impresión que se llevan estos turistas sobre la cocina que se hace en Canarias es "bastante buena", asegura este chef. "Nosotros contamos con restaurantes gastronómicos y manejamos productos de calidad, una materia prima de primer nivel, ya sean carnes de la Península o también de las Islas; pescado fresco, verduras... Y, por supuesto, el cliente lo agradece, de ahí que el restaurante siempre registre una alta ocupación".

Sobre el momento de eclosión que vive la gastronomía tinerfeña, con el fulgor que desprenden sus seis estrellas Michelín, Casado subraya que "es perfecto", pero no solo por las estrellas que concede la Guía Roja, "sino porque además existen un montón de profesionales de la cocina que están haciendo las cosas bastante bien".