Espido Freire (Bilbao / 1974) no tiene inconveniente en confesar que es una "lectora desordenada", una amante de los libros que no sigue una estrategia definida a la hora de elegir una lectura. "Dostoyevski, Shakespeare o Góngora. Cualquiera de ellos me vale para disfrutar de un buen rato en compañía de un libro", exaltó la escritora vasca en el transcurso de un acto que se celebró ayer por la tarde en la capital tinerfeña para conmemorar el 130 aniversario de la Biblioteca Municipal. "Soy una lectora que ha crecido en una biblioteca alrededor de muchas lecturas un tanto extrañas", remarcó.

Ganadora del Premio Planeta de Novela 1999 con "Melocotones helados", Freire le da un valor crucial a la palabra. "Es lo que nos permite armar esas historias con las que podemos soñar", comentó en un encuentro con los lectores que nació en una lluviosa tarde de otoño. "Estos espacios despertaron mi curiosidad lectora y buena parte de lo que soy se lo debo a ellos", comenta en relación a las bibliotecas.

Autora también de "Llamadme Alejandra", Premio Azorín 2017, reconoció que nunca tuvo problemas a la hora de sumergise en complicadas tramas literarias que se quedaron grabadas en su imaginación. "Las palabras son las que mueven una trama y por esa razón es importante elegirlas bien", recomendó una creadora que reconoció sentirse feliz de volver a Canarias . De hecho, una de sus novelas más leídas ("Soria Moria") transcurre en la sociedad tinerfeña de finales del siglo XIX.