La apuesta de la compañía aérea Binter en busca de nuevos horizontes tiene en la ciudad gallega de Vigo una parada excepcional, cargada además de muchos sabores.

Con cuatro vuelos directos a la semana, dos desde Gran Canaria y otros tantos desde Tenerife (los martes, miércoles, jueves y domingos), un moderno aparato, el reactor CRJ 1000, con capacidad para un centenar de pasajeros, opera esta ruta directa con un vuelo de dos horas y media de duración.

A bordo, en cómodos asientos, el pasaje disfruta de las atenciones de la tripulación: un delicioso "snack" ibérico que incluye vino, refresco o también agua, completado con café o té.

El comandante anuncia la maniobra de aproximación al aeropuerto de El Peinador. Bajo un mar de nubes, Vigo luce soleada.

La ría lo domina todo. Ese brazo de mar define a la ciudad y también a sus gentes: motor económico y espiritual.

El carácter fabril se percibe en la zona portuaria, donde se alinean la lonja (la mayor de Europa), además de industrias conserveras que dan idea del calado de la flota pesquera de aquel puerto y astilleros. En el de Barreras se está construyendo un crucero de lujo para la cadena hotelera Ritz Carlton que se espera pueda estar operativo a finales de 2019.

La estampa de la ciudad se aburguesa cerca de donde antaño rompía la mar. Los "indianos" han derramado "oro" en edificios, de corte modernista y neoclásico, en vías trazadas según cánones europeos y plazas donde se levantan esculturas de afamados artistas.

En la parte vieja, el llamado Casco Velo, Vigo se reencuentra con su pasado más original: calles de piedra, angostas; casas de hace 500 y 600 años; una etapa del Camino Francés hacia Santiago; la catedral con su imagen del Cristo de la Victoria... De noche, comida, copas y buena marcha.

Las Cíes, vigilantes, se recortan en la boca de la ría. Este paraíso natural formado por las islas Monteagudo, Faro y San Martiño, patria de gaviotas y cormoranes, brinda un contacto único con la naturaleza en su estado puro.

De regreso, un pulpeiro corta rejos en plena calle del casco viejo y más abajo, en el Mercado das Ostras, el marisco se come a bocados. Además de los múltiples establecimientos de gastronomía tradicional, Vigo cuenta con una estrella Michelín, el restaurante Maruja Limón, y otros que ofrecen cocina creativa, donde el producto marca la calidad.

No hay problema, Binter acepta hasta 23 kilos de carga.

¡Hasta siempre, Vigo!

las cifras

300 mil habitantes figuran en el último censo poblacional de la ciudad de Vigo, la más poblada de Galicia.

1 millón de pasajeros registró el aeropuerto de El Peinador en 2017. La distancia al centro de la ciudad no excede los quince minutos en vehículo.

2.200 horas de sol al año se registran en Vigo, con una temperatura media de 15º, inviernos no muy fríos y veranos suaves. No suele llover demasiado.

250 mil cruceristas atracaron la pasada campaña en el puerto vigués, que tiene capacidad para acoger a cuatro de estos buques.

5.000 habitaciones de hotel y 46 establecimientos de todas las categorías ofertan alrededor de unas 14.000 plazas de hospedaje.

421.193 personas eligieron Vigo como destino en el año 2017, de los que más de 128.000 fueron extranjeros y 292.500 españoles.

800 mil pernoctaciones se registraron en el ejercicio 2017, con una media de estancia de 2 días.

147 playas en 20 kilómetros de costa, 9 de ellas con bandera azul, además de un Parque Nacional y 12 parques forestales.

19 museos y centros de arte para el disfrute público.