En la monumental Venecia ya se respira cine y todo está preparado para recibir desde hoy a la infinidad de estrellas que llegarán procedentes de todo el mundo, atraídos por su célebre Mostra, que este año alcanza su 75ª edición.

La ciudad de los canales es, en sí misma, un museo que cada septiembre acoge en su isla del Lido, frente a la plaza de San Marcos, el considerado festival de cine más antiguo del mundo, se instituyó en 1932,y uno de los más prestigiosos, la Mostra.

Un certamen que este año alcanza su septuagésimo quinta edición, por lo que sus organizadores han diseñado un prometedor programa con el que la ciudad italiana se convertirá, durante los próximos doce días, en la verdadera capital mundial del Séptimo Arte.

La inauguración tendrá lugar hoy con una gala presentada por el actor italiano Michele Riondino y que tendrá una nota amarga, ya que no acudirá el presidente de la República, Sergio Mattarella, en señal de luto por el derrumbe del puente de Génova.

En cualquier caso, ayer decenas de operarios se afanaban en ultimar las instalaciones del certamen, que rodean el viejo Casino, un blanco edificio de época fascista en el que trabajarán los cientos de periodistas nacionales e internacionales acreditados.

El festival, que se instituyó en el año 1932, está considerado el más antiguo del mundo

Pero las mayores atenciones las recibía el cercano y majestuoso Palacio del Cine, de estética modernista, construido también en la década de 1930 y que en la actualidad acoge las grandes proyecciones del festival y las puestas de largo.

Todo un escaparate para los directores y sus estrellas que este año conserva la decoración del anterior: fachada blanca e iluminada por numerosas esferas de vidrio desde las que emanan luces de colores. Lo último en extender será la alfombra roja.