Diez años de trabajo de un equipo multidisciplinar y una inversión superior a los tres millones de euros han permitido terminar la rehabilitación de las pinturas sobre cuero de las tres bóvedas de la Sala de los Reyes de la Alhambra de Granada, únicas en el mundo por su técnica y por la representación figurativa.

Aunque no hay fuentes coetáneas que expliquen qué representan las pinturas, las bóvedas laterales muestran escenas novelescas, de caballería, caza y cortesanas y la central, una reunión de diez personajes ilustres, sultanes de la corte nazarí porque llevan turbante y el máximo signo de distinción, la espada jineta.

La rehabilitación ha recuperado las pinturas de las tres bóvedas de unos quince metros cuadrados cada una, ubicadas en la Sala de los Reyes, en el Patio de los Leones, y que tanto por la técnica como por las representaciones figurativas, que no se dan en el islam, son piezas únicas en el mundo, según ha apuntado Vázquez.

Este destacado espacio de la Alhambra lo mandó edificar en el siglo XIV el sultán Muhammad V, fue lugar de reposo y tertulias y debió acoger fiestas y celebraciones en la etapa nazarí.

El equipo de rehabilitación ha trabajado en los reversos de las bóvedas, en las pinturas hechas en cuero y en los macárabes y zócolos para recuperar también la yesería, la cerámica y el vidrio.

Es el resultado de diez años de trabajo y una inversión superior a los tres millones de euros

Desde la última actuación en estas bóvedas, realizada por Rafael Contreras en el año 1855, el deterioro de las pinturas avanzó de manera rápidas por las filtraciones de agua que se detectaron desde los tejados del recinto.

El daño provocado por aquella intervención se ha subsanado con la reconstrucción de las cubiertas y se ha vuelto a configurar un espacio único.