El artista tinerfeño Ale Montañez (Güímar, 1973) vive un particular idilio con Italia, en cuya capital expondrá su obra a partir del 5 de julio, en concreto en la colectiva "I segnalati" en el Velli Palace, donde opta al premio internacional Giulio Cesare. Esta productiva relación con el país transalpino también se traduce en los cuatro galardones que ya ha conseguido, el último el International Prize Raffaello hace un par de meses en el Palacio Gnudi en Bolonia por su obra "La ciudad que nunca duerme", de la serie "Animales".

Este pintor de formación autodidacta, que estudió Historia del Arte por la UNED, no ha conseguido todavía exponer su trabajo en su tierra natal, aunque sí lo ha hecho en Miami, La Habana, Nueva York, San Diego, Venecia o Florencia, y ahora en Roma, entre otras ciudades en las que ha "calado" su peculiar estética.

"Ya me han dado cuatro premios en Italia y ha sido porque tuve una exposición en el Museo Casa di Dante en Florencia, aunque primero fue en la Bienal de Arte de dicha ciudad. A raíz de eso me premiaron con el Il International Prize Leonardo Da Vinci, The Universal Artists en Florencia en enero. Después me invitaron a Venezia Art Expo y ahí me dieron los galardones Tributo a Tiziano y el Premio Dori", enumeró con satisfacción este creador que trabaja en Tenerife con la consultoría de arte Nuria Segovia.

El origen de todo el palmares artístico transalpino que ha obtenido fue tras su participación en una muestra que desarrolló en Nueva York, donde una curadora italiana vio sus cuadros y le invitó directamente a mostrar su trabajo en Florencia.

"Son premios importantes en Italia y es la primera vez que expongo en este país. Me han salido muchas invitaciones, pero he tenido que declinar algunas porque ya tengo un circuito y una idea. Me estaba instalando un poco en Nueva York, porque mi intención era enfocarme al mercado americano, porque ya he estado en Miami, en California, Nueva York... Quería instalarme por ahí".

La crítica que ha recibido en Italia destaca que su pintura ha conseguido establecer un diálogo entre el individuo y el universo con un lenguaje muy particular que se acerca a la estética expresionista con connotaciones surrealistas.

"Todos tenemos sensibilidad, lo que pasa es que el artista la desarrolla y la transforma en una pieza de arte. Soy expresionista porque realmente son mis expresiones lo que transformo ahí con mi propio lenguaje. He conseguido que esa manera de expresar sea reconocible, aunque hay artículos donde me llaman impresionista. Lo que sí es verdad es que mi arte lo saqué desde la soledad".

Montañez, que utiliza como técnica el acrílico sobre lienzo, aunque en alguna ocasión ha echado mano de las ceras y del lápiz, reconoce su atracción por artistas como Van Gogh. "Es uno de mis artistas de cabecera, el que más me inspira. Yo hago una utilización del color muy exagerada, muy llamativa, pero el trazo y la forma es expresionista con la intención de que el mensaje sea atemporal".

La obra de este artista está llena de elementos simbólicos, muchos de ellos procedentes de tradiciones antiguas que van desde el mundo de los guanches hasta el mesoamericano antes de la llegada de Colón.

"Intento reflejar todas esas cosas, pintar espirales, pintaderas... Intento decir en mis obras que las culturas antiguas son las mismas, luego cada pueblo se fue por un lado, pero la raíz refleja una necesidad de mirar al cielo, de buscar las estrellas, buscarle un porqué a los fenómenos de la vida. Eso me ha interesado siempre en todas las culturas del mundo. La esencia de mi obra es la magia, pero entendida como algo bonito, porque las cosas tienen magia".

Montañez también tiene previsto participar próximamente en otra colectiva en Cuba, en el Centro Cultural de Manzanillo, donde presentará una serie integrada por una docena de pinturas titulada "Las vírgenes del mundo".

Su trabajo ya es conocido en el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, en La Habana, donde también impartió talleres infantiles en torno a su cuadro titulado "Tenerife guanche", en el que intentó reflejar la esencia de su tierra natal, donde todavía no ha expuesto su obra. Ya lo ha solicitado en varios espacios de Tenerife, en TEA y en el Círculo de Bellas Artes, mientras tanto irá a Roma y a Manzanillo a mostrar su trabajo.

Estética expresionista

La doctora en Historia del Arte y consultora tinerfeña Nuria Segovia destaca que "en la producción artística de este creador se identifican elementos iconográficos relacionados con la estética expresionista, en cuya fuente de inspiración se encuentran la ciencia y la astrología. Sus obras están dotadas de un espacio aurático, con simplicidad en sus líneas y perfiles de naturaleza primitiva".

Con respecto a su estilo, Segovia indica que "no puede considerarse narrativo, ya que tiene la capacidad de expresar de forma esquemática cuentos y ensoñaciones con formas de perfiles africanos, austeros y carentes de artificio. Ilustraciones gráficas e iconografía de tintes existencialistas. La dotación dramática de la luz imprime a su obra de un cariz teatral, dramático y de connotaciones surrealistas".