La estrella española del porno Nacho Vidal dejó de lado los rodajes para viajar a la India, en una primera visita al país del Kamasutra en la que no fue a estudiar el famoso libro del sexo sino a cabalgar motos a los pies del Himalaya.

En una entrevista en Nueva Delhi, el actor y director español reconoce que nunca ha leído el histórico manifiesto sobre "Las reglas del amor" y que tampoco le interesa, ya que "el tantra" no tiene nada que ver con su "producto".

"Las posturas (sexuales) es algo que sale, que fluye, no las estudias. Habrá alguna que te guste más que otra, pero no porque te la haya enseñado un libro", asegura.

Así que, en vez de estudiar el Kamasutra, Nacho Vidal dedicó su viaje a descubrir una India "totalmente diferente a lo que la gente está acostumbrada a vivir".

Diez días de travesía "en comunión con la naturaleza" junto con un grupo de aventureros de la empresa española Rakatanga Tour, durante los que cabalgó una Royal Enfield por los vastos paisajes del norte del país.

Cruzó mesetas y puertos a más de 4.000 metros de altitud frente a unas vistas que le hicieron sentirse "diminuto" ante la "inmensidad" de las montañas e, incluso, provocaron que se le cayera su careta de chico malo y le hicieran llorar.

"Nada de lo que he visto me lo esperaba. Ha sido como un salto a Marte, estar en otro planeta. En mi vida había visto esa inmensidad, esa enormidad y el sentirme tan, tan pequeño", explica emocionado.

El resto de la India parecía un mundo desconocido para Vidal.

En el gigante asiático, el tercer país del mundo donde más pornografía se consume, nadie representa mejor esa industria que la actriz canadiense de origen indio Sunny Leone, una diosa a la que veneran millones de indios, desconocida sin embargo para el público hispano.

Pero Ignacio Jordà (nombre real de Nacho Vidal) aclaró que eso no significa que nunca haya trabajado con ella, porque en los últimos 25 años ha actuado con más de 5.000 mujeres que se ponen todo tipo de nombres artísticos.

Además "no pregunto el nombre nunca", bromea el también empresario.

La India también ha saltado al imaginario internacional como uno de los países del mundo con más violaciones, muchas de ellas en grupo y de una extrema violencia, algo que algunas autoridades indias han relacionado con el consumo masivo de pornografía.

Pero a Vidal relacionar el porno con las violaciones hasta llegar a pedir su prohibición le parece tan absurdo "como culpar a los coches de los accidentes".

"Poca gente ha visto tanta pornografía como he visto yo y nunca he violado a nadie. El que va a violar va a violar viendo pornografía o estando en el Amazonas sin televisor", dice con rabia.

Para frenar esta corriente puritana, pide educación y cultura, y así hacer entender que el porno es "una ficción" que no hay que mezclar con la realidad y en la que además se intenta poner ciertos límites, como la prohibición de representar violaciones.

Tras miles de películas a sus espaldas, Nacho Vidal también se permite criticar el rumbo que ha tomado la industria internacional en los últimos tiempos.

Afirma que la llegada de las nuevas tecnologías "ha destrozado la producción" con "el porno del jiji-jaja", vídeos cortos realizados para que se vuelvan virales y bromear, que eliminan todo lo que tenía que ver con la verdad y la pasión.

"La pornografía que se hace ahora es muy falsa. (...) Ya no hay escenas en las que un chico y una chica tenían sexo y se miraban a la cara. Ahora no hay ni besos, es como muy frío todo", lamenta.

Una nueva manera de concebir la industria que hace, según él, que "el 99 %" de las nuevas actrices solo busquen grabar vídeos que les sirvan de "plataforma internacional" para dedicarse a la prostitución de lujo.

Ahora, tras finalizar su aventura por el gigante asiático, Nacho Vidal regresa de nuevo a España para seguir con sus asuntos del cine para adultos, un trabajo que "mientras pague las facturas" no piensa dejar.

"Me retiraré el día que consiga tener pareja seria. Pero como hasta la fecha nadie me quiere, pues continúo solo y trabajando", bromea.